La protesta de repartidores en este caso de la aplicación Pedidos Ya se escuchó fuerte en Hurlingham. Es que luego de dos robos y un intento que sufrieron el sábado pasado en distintos barrios de ese distrito, los deliverys decidieron movilizarse para hacer oír su reclamo: quieren seguridad para poder trabajar “sin miedo a que nos roben o lastimen”.
Así lo manifestó Enzo, uno de los abanderados de la movilización que ayer se concentró en las puertas de la comisaría 2ª para intentar conversar con las autoridades policiales.
Describen, en su planteo, tres hechos ocurridos el sábado pasado, 10 de septiembre: el primero en la intersección de Einstein y Vergara en el cual le llevaron a punta de pistola una Yamaha YBR a un trabajador. Eran las 15.
Un segundo episodio sucedido el mismo día, pero a las 21, da cuenta de otro delito sufrido por un repartidor en la intersección de Pérez Galdós y Mascagni, del barrio Luna. Idéntica moto fue la que le sustrajeron a la víctima.
El tercer caso fue una hora más tarde, pero quedó en intento: quisieron sacarle la moto en Bustamante y Vigo, pero el delivery consiguió escapar.
Se quejan, asimismo, de la Policía: aseguran que no son escuchados en sus planteos y que, por el contrario, reciben persecuciones cuando se desplazan por las calles con pedidos de la documentación del vehículo y hasta amenazas de retirarles los rodados.
“Nos prometieron ayuda y reforzar la seguridad, pero a nosotros no siguen robando: motos, bicicletas, celulares, billeteras, dinero. Esto es nuestro trabajo y nos movemos por todos lados para tratar de cumplir con lo que hacemos, pero nadie nos cuida. Y si no nos movemos no cobramos, por eso somos un blanco fácil”, completó Enzo.
