Eduardo Ezequiel Maidana (19) fue notificado ayer formalmente de la gravísima imputación que tiene en su contra, por la cual podría caberle la pena de prisión perpetua.
Convocado por la fiscal Luisa Pontecorvo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez, supo que está acusado del delito de homicidio agravado por alevosía y robo luego del fallecimiento de Javier Coria (22), el sujeto que le había robado la bicicleta con la que hacía repartos, al que persiguió y golpeó hasta dejarlo inconsciente. Días después, el destinatario de la golpiza falleció.
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En ese trámite el joven aceptó declarar ante la funcionaria judicial y contó su versión de los hechos. Allí explicó que está “muy arrepentido” por lo sucedido, pidió “disculpas” a la familia de la víctima fatal del hecho, pidió a la justicia “una oportunidad” y reconoció que no entendió “qué fue lo que me pasó para hacer esto”. Asimismo, reveló que reaccionó de ese modo porque estaba “cansado de sufrir robos”, ya que había pasado por tres situaciones de la misma naturaleza.
Como informó Primer Plano Online, Maidana estaba yendo a entregar un pedido a un domicilio cuando Coria lo interceptó, empujó de la bicicleta y lo tiró al suelo para robarle el rodado, tras amenazarlo con sacar un arma de la cintura. El repartidor lo corrió por unos metros, tal como se observa en el video que ilustra esta nota, y luego se subió a la camioneta de Rodrigo Hernán Tejeda (29), un vecino de la zona que lo vio pasar al joven asaltado, se acercó con un rodado y se ofreció llevarlo en persecución del ladrón.
EL VIDEO QUE MUESTRA QUE TEJEDA LE HACE LUCES CON LA CAMIONETA A MAIDANA:
Para la justicia inicialmente Tejeda fue partícipe necesario del crimen, porque sin su intervención no se hubiera cometido. Sin embargo, ayer fue liberado por falta de mérito por el juez de Garantías Gabriel Castro, aunque seguirá ligado al expediente. Justamente ayer el conductor de esa Peugeot 504 con la que le dieron alcance a Coria declaró ante la fiscal Pontecorvo y buscó desentenderse de lo sucedido. Explicó que no conocía a Maidana y que el muchacho lo interceptó al colocarse en la mitad de la calle haciendo señas para que frene su marcha, cosa que no es la que se ve en los videos de aquella noche.
“Seguilo que no tiene nada”, le gritaba Maidana mientras le golpeaba el techo de la camioneta. El conductor dijo que, al alcanzarlo, solo le cerró el paso, tras lo cual Maidana bajó del rodado y él continuó con la marcha y se fue del lugar, enterándose un día después de lo ocurrido, cuando la Policía se presentó en su casa. “No frené, yo seguí circulando, quería salir de allí”, manifestó para intentar despegarse de la muerte de Coria. Y dio resultado: se fue a su casa.
