24.7 C
Buenos Aires
domingo, febrero 16, 2025
spot_img

Relato salvaje: automovilista le rompió el parabrisas de un ladrillazo a colectivo de La Perlita en Ituzaingó

El conductor de un Peugeot 308 pasó al transporte, aceleró y lo esperó unas cuadras más adelante para arrojarle el objeto contundente. El colectivero debió ser trasladado a un centro asistencial porque una astilla le ingresó en el ojo. “Si el vidrio no frenaba el cascote me venía derecho a la cabeza”, explicó el trabajador.

Un colectivo de la empresa La Perlita terminó con el parabrisas astillado luego de que el conductor de un Peugeot 308 le arrojara un ladrillazo al chofer del transporte. Ocurrió sobre la calle Posta de Pardo, casi esquina Haití, en Ituzaingó, anoche poco después de las 20.

Walter, chofer del interno 621 de la línea 312, venía teniendo un cruce de maniobras con el automovilista, pero jamás imaginó que todo iba a finalizar de ese modo. “Lo iba pasando por la izquierda, le hice luces como tiene que ser y el tipo aceleró y se puso a la par del colectivo por el lado derecho. Ahí me encerró contra el cordón y fue el comienzo de todo”, comentó el colectivero en diálogo con Primer Plano Online.

Según su relato, auto terminó chocando al colectivo. Entonces frenaron ambos para intercambiar los datos por el seguro y “se dio a la fuga”. Lo insólito es que no es escapó del todo sino que tomó ventaja y unas cuadras más adelante esperó el paso del colectivo. “Veo el auto estacionado en una cortada, de mi misma mano derecha, y pasé despacio mirando para ver dónde estaba”, narró el chofer de la unidad de transporte.

Fue en esas circunstancias que el agresor salió de atrás de un árbol “encapuchado y con el mismo buzo rojo que tenía puesto y me tira medio ladrillo en el parabrisas”, completó el colectivero. Después de eso sí se subió a su rodado y desapareció. La unidad de La Perlita estaba haciendo su recorrido habitual y con pasajeros a bordo, que fueron testigos del episodio.

El chofer fue trasladado en una ambulancia al Centro de Ojos de San Miguel por su Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART), en donde fue atendido y luego se fue a su casa. La Policía busca por cámaras de seguridad identificar al agresor. “Si el vidrio no frenaba el cascote me venía derecho a la cabeza”, finalizó el trabajador.

Lo más visto

Artículos destacados

¿Lo leíste?

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img