Luego de 12 largos años de espera, el Congreso Nacional votó una ley que era reclamada por vastos sectores de la comunidad para implementar mayores penas a los conductores que provoquen accidentes de tránsito por manejar alcoholizados.
El plenario legislativo insistió ayer con la sanción original del proyecto que eleva las penas para las muertes ocasionadas al frente de un vehículo, ya que el Senado había realizado modificaciones que no fueron aceptadas por los diputados y eran cuestionadas por la organización Madres del Dolor, que agrupa a víctimas de este delito.
La iniciativa se convirtió en ley con 197 votos favorables, uno negativo -que correspondió al diputado de izquierda Juan Carlos Giordano- y cuatro abstenciones, una del Movimiento Evita y tres del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT).
Con esta ley, los conductores que con su actuación produzcan la muerte de una o más personas tendrán penas de tres a seis años, por lo que no será un delito excarcelable si manejaron con un grado de alcohol superior a un gramo por litro.
“Se confirmó a último momento, así que fue una gran noticia”, le dijo a Primer Plano On Line María Angélica Guaraz, madre de Lautaro Juárez, uno de los jóvenes fallecidos en la picada fatal de Haedo. “Estamos un poco más aliviados porque ahora los jueces van a tener elementos para dejar presos a los que maten manejando irresponsablemente”, agregó.
En el caso de los choferes del transporte público la pena se aplica si lo hacen con 0,5 gramos por litro. También el juez podrá condenar a tres años al conductor cuando se compruebe que mató porque iba a una velocidad superior el 30 por ciento de la máxima permitida.
«Es un cambio positivo, pero esperábamos algo más profundo, ya que no se incorporaron los delitos relacionados con la seguridad vial», dijo por su parte Alberto Silveira, presidente de Luchemos por la Vida.