“Te zarpaste. Me tiraste a matar. Yo te tiré a las patas, amigo”. Palabras más, palabras menos, esas fueron las frases que le expresó Roberto Martín Mendoza (39), uno de los delincuentes detenidos ayer en Tres de Febrero tras un feroz enfrentamiento con la Policía luego de un raid delictivo que protagonizó junto a por lo menos dos cómplices.
La increíble secuencia se dio en los pasillos del hospital Posadas, de Morón, a donde el sujeto fue trasladado luego de haber sido baleado en la cabeza en medio del tiroteo. Mendoza terminó herido con un roce en la cabeza mientras que uno de sus secuaces, identificado por fuentes de la investigación como Nicolás Walter Castillo (37) terminó con un proyectil en la mano izquierda.
Antes, los mencionados protagonizaron un raid delictivo por las calles de Tres de Febrero y de Morón, que incluyó el robo de al menos dos autos y un intento frustrado porque el propietario es un policía retirado que resistió con su arma reglamentaria.
En el camino sustrajeron un Renault Logan y un Audi blanco, que fue la llave para dar con la banda: un móvil del Comando de Patrullas de Morón lo observó circular por el cruce de Echegaray Olavarría, de El Palomar, e inició el seguimiento.

A esa altura los uniformados ya estaban alertados del llamado al 911 de las víctimas. Los ladrones eran cuatro, quienes tras chocar contra un cordón conduciendo el rodado de alta gama descendieron para continuar su fuga a la carrera. Fue en esas circunstancias que tres de ellos se alejaron y pudieron huir y el restante se quedó intercambiando balas con la Policía, luego herido y detenido.
INCIDENTES EN EL POSADAS
Mendoza fue trasladado en ambulancia al hospital ubicado en Morón y, después de una tomografía computada, los médicos determinaron que había sufrido una herida superficial en el cuero cabelludo. Cuando salía en camilla de la sala se cruzó con los efectivos que participaron del tiroteo y les pronunció la polémica frase. Según pudo saber Primer Plano Online, también tenía una herida en la pierna derecha, a la altura de la rodilla, y “cicatrices de vieja data”, producto de balas recibidas en el cuerpo.

El tema fue que en el nosocomio se presentaron familiares y allegados del ladrón baleado y detenido y no creyeron la versión de que estaba siendo atendido, por lo que atacaron violentamente a un patrullero que estaba apostado en el lugar. “Le tiraron un piedrazo y lastimaron al oficial que estaba en su interior”, detalló un vocero de la pesquisa. El incidente fue neutralizado con la presencia de mayor cantidad de uniformados para evitar que se desmadre la situación.
Mientras todo eso pasaba, Castillo se presentó en el centro de salud a pedir atención médica por una herida de bala en la mano. Lógico, mintió con el origen de esa lesión, y fue rápidamente reconocido por los policías como uno de los sujetos que formaba parte de la banda. También fue asistido y detenido en el mismo acto.
Tanto Mendoza como Castillo quedaron internados con fuerte custodia policial y detenidos a disposición de la fiscal Diana Mayko, de la UFI Nº 6 de San Martín, que es la que interviene por haber sido el Departamento Judicial al que pertenece Tres de Febrero, en donde se produjeron dos de los robos y el tiroteo.
