La autopsia que le practicaron al cadáver de Esteban Fabián Freire, el panadero asesinado en su casa de Maza al 1700, en Morón, fue determinante sobre la mecánica de la muerte. El informe de la forense Rocío Cavalle constató que al comerciante lo mataron a balazos cuando los asesinos irrumpieron en su casa.
“La causa inmediata del deceso es una hemorragia interna que provocó un hemopericardio traumático a raíz de lesiones por proyectil de arma de fuego”, indica el informe preliminar que llegó a manos del fiscal Pablo Masferrer, de la UFI Nº 2 de Morón. El detalle completo de las heridas que padeció la víctima será entregado en algunas horas más.

Con este elemento, la justicia puede avanzar en un agravamiento de la imputación contra los acusados. Fuentes de la investigación confirmaron a Primer Plano Online que anoche personal de la DDI Morón en conjunto con agentes de la comisaría 1ª de ese distrito detuvieron a un segundo sospechoso: es el propietario de la camioneta VW Amarok que tienen probado participó en la organización del ataque. Fue en el marco de 5 allanamientos ordenados por el juez de Garantías Nº 2, Ricardo Fraga.
Los nuevos allanamientos en la causa por el crimen del panadero
Los procedimientos fueron realizados en Morón y en Merlo. El detenido es Luciano José Íbalo (41), también comerciante (del rubro verdulería), al igual que la víctima y que el primero de los aprehendidos en el expediente, Luciano Catanzaro, a quien le encontraron la caja fuerte en el auto de su Ford Focus blanco. El fiscal Masferrer espera por indagarlo hoy martes para avanzar con la causa.
Las fuentes aclararon, de todos modos, que los dos detenidos oficiaron de entregadores, no son quienes entraron a la casa y cometieron el asesinato. Les cabe, de todos modos, idéntica imputados que los tres sujetos que entraron a la vivienda y mataron a Freire. Por el momento, los autores del crimen permanecen prófugos.

En el caso de Íbalo fue aprehendido en una vivienda ubicada en Ferrari y Heredia en la localidad de Mariano Acosta, donde también agentes de la DDI Morón incautaron la Amarok y tres escopetas: dos de aire comprimido y una carabina todas “sin marca ni numeración visible”.
“Esto fue un robo planificado y en cercanía por la familiaridad del vecino y el trato cotidiano que tenía con la víctima. Creemos que el pollero (Catanzaro), que tenía deudas, fue el que planificó minuciosamente esto en combinación con tres individuos que ingresaron a la casa y que conocían perfectamente cuál era el movimiento interno”, describió otro vocero de la pesquisa.
La declaración de la viuda del panadero asesinado
En paralelo finalmente pudo declarar Adriana Portillo, la mujer del paradero asesinado. Fuentes de la investigación señalaron que la víctima refirió que la madrugada del domingo se encontraba en la habitación matrimonial durmiendo cuando escuchó lo que definió como “una explosión”.
Ahí se despertó, llamó a su pareja Esteban quien, cuando salía de la habitación, fue golpeado en la cabeza. “Tres veces lo golpearon”, recordó. A ella la empujaron, cayó al piso estando “todo oscuro”, por lo que no alcanzó a ver cómo se movilizaban los agresores. Antes de caer también la golpearon en el cuero cabelludo.
Ella se arrastró hasta la habitación de su hijo menor, le pidió que llame a una ambulancia y luego se trasladó hacia el baño, donde estaba la luz encendida. Ahí vio a Esteban desmayado, por lo que también empezó a pedir ayuda. La duda de los investigadores sobre la mecánica del crimen -que ahora despejó la autopsia- fue porque le preguntaron a la mujer si escuchó disparos y ella contestó que no, que únicamente oyó la explosión que la despertó.
Mientras dos de los delincuentes la golpeaban le indicaban al tercero que entre y se lleve lo de la habitación, que era una caja fuerte de color azul de fierro que se abre con llave. En su interior, refirió la mujer, estaba el dinero con la recaudación de los negocios familiares para pagar la harina. La suma no la recuerda, pero sí que era lo reunido por dos semanas de trabajo. Ese dinero no fue hallado aún.
