Vecinas, vecinos y comerciantes de Haedo se manifestaron anoche en la intersección de Rivadavia y Perito Moreno para reclamar un plan de combate contra el delito. Con aplausos para llamar la atención de las autoridades y un único cántico que unió todas las voces: “seguridad”.
No sólo hubo presencia en la calle: desde las ventanas de las viviendas y los balcones de los departamentos, gente que prefirió resguardarse por la pandemia hizo sonar sus palmas y hasta alguna cacerola.
Andrea Georgi, vocera y organizadora de la protesta, explicó a Primer Plano Online que “lo que estamos pidiendo es seguridad”, y manifestó que en esa localidad “no hay patrulleros, estamos a la buena de Dios”. “En la cuadra ya robaron cuatro negocios y a la gente la golpearon, la lastimaron, a una le pusieron una navaja. Así no podemos seguir”, imploró.
Asimismo, describió que “la mayoría de los robos son entraderas”. “Está terrible la zona. Lejos de la política, lo que pedimos es mayor efectividad en el combate al delito. Nuestro centro comercial es de tres cuadras y no tenemos policías, ni siquiera caminantes”, se lamentó.
En la manifestación hubo prácticamente nula presencia policial, aunque sí agentes de tránsito para ordenar autos y colectivos que habitualmente transitan por allí. Los organizadores confeccionaron un petitorio que será entregado a las autoridades locales y provinciales, que estaba puesto sobre una mesa a disposición de quien quisiera firmarlo. No fueron la política y la Policía únicamente las apuntadas: también la justicia está bajo la mirada crítica de la sociedad.
https://www.primerplanoonline.com.ar/wp-content/uploads/2021/04/Petitorio-de-seguridad-Haedo.pdf
La nota se la van a hacer llegar al intendente, Lucas Ghi; a los diferentes bloques que componen el Concejo Deliberante de Morón; a la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Municipio; al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni; y al gobernador Axel Kicillof.
Algunas voces que se elevaron pretendieron instalar también la idea de una suerte de rebelión fiscal, es decir, dejar de pagar las tasas municipales hasta que no mejoren las condiciones de seguridad. Durante algo más de una hora, vecinas y vecinos expresaron su malestar y se luego se retiraron, sin ningún tipo de incidente.