Una serie de allanamientos ordenados por el Ministerio Público Fiscal del Departamento Judicial Morón a raíz de delitos cometidos por motochorros derivaron en un hallazgo inquietante: además de cometer diversos delitos en la zona, los sospechosos vendían drogas a pocos metros de una escuela. La causa no terminó: ahora se tratan de establecer las ramificaciones de la organización delictiva y la ruta de los estupefacientes.
La investigación se inició por a raíz de dos robos. Uno de los hechos ocurrió en la intersección de las calles Grito de Alcorta y Presidente Ibáñez, de Morón sur. Allí, un joven que circulaba en moto fue interceptado por un rodado similar con dos ocupantes a bordo desde donde el acompañante sacó un arma y lo apuntó.
“Bajate, bajate y no hagas nada porque te mato. No me mires”, fue la intimidación que sufrió la víctima, a la que le llevaron la moto Bajaj, modelo Rouser 200. El caso quedó caratulado como robo agravado por el uso de arma de fuego y la víctima fue clave en el hallazgo de los delincuentes: identificó a uno de ellos por Instagram.
El otro caso bajo investigación sucedió en Ruta 40 y Rauch, de la localidad de Mariano Acosta, en Merlo, cuando un sujeto sacó un arma de entre sus ropas y le robó sus pertenencias a una pareja que caminaba por allí.
En ese caso, las víctimas entregaron sus celulares, pero el atacante, no conforme, golpeó al muchacho asaltado con los puños y con el revólver que tenía en sus manos. En ese caso, la carátula fue robo agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego de uso civil. Y otro dato clave para la causa: la novia del muchacho reconoció al ladrón y lo dejó estipulado en la denuncia.
Con los elementos reunidos en ambas investigaciones, la justicia de Garantías ordenó una serie de allanamientos que se concretaron en la mañana de hoy. Y de los resultados que informaron fuentes judiciales, el más llamativo fue lo que se consiguió incautar en una vivienda de Castelar, sobre la avenida Callao al 2200, casi esquina Galtero, donde dos sujetos quedaron detenidos.
Es que, además de los delitos anteriores, tenían 16 plantas de cannabis sativa, varios envoltorios de nylon de color negro con cocaína en un mueble y en una riñonera de color negro perteneciente a uno de los aprehendidos, partes de motos, vehículos con pedido de secuestro por haber sido robados y armas.
Los sospechosos fueron identificados como Maximiliano Ángel Aguirre y Marcos Hidalgo, quienes también tenían en su poder una balanza de precisión, una bolsa de bicarbonato de sodio, dinero en efectivo y un teléfono celular. Los procedimientos fueron solicitados por la Fiscalía Nº 5 de Morón, a cargo de Marisa Monti y Claudio Oviedo, y también participaron la UFI Nº 9 de Drogas, con el fiscal Antonio Ferreras, y la Nº 3 de turno, con la intervención de Valeria Courtade.