Fue detenido luego de la denuncia hecha por una menor que fue a revisión al hospital materno-infantil. Cuando el caso tomó estado público, una segunda mujer se presentó en la justicia y reveló que había padecido una situación similar. Ahora seguirá preso hasta el juicio.
La justicia de Garantías de Morón dictó la prisión preventiva de Orlando Gabriel González (46), el médico ginecólogo del hospital materno infantil de Pontevedra, en Merlo, acusado de abusar de una paciente menor de edad y de una mujer que había dado a luz y fue al nosocomio a retirarse los puntos de la cesárea.
La decisión fue tomada por el juez Ricardo Fraga a solicitud de la fiscal Valeria Courtade, de la Fiscalía Nº 3 del Departamento Judicial Morón. La imputación formal para con el imputado es la de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal en ambos hechos, y corrupción de menores en el caso de la primera de las denunciantes. De ser condenado, por la pena en expectativa varios años en prisión le esperan.
Como informó Primer Plano Online, el caso estalló el 5 de junio pasado cuando la adolescente de 16 años se presentó en el centro de salud a realizarse un control de rutina y a llevar una ecografía que González le había solicitado por dolores en la zona genital. Allí el médico le pidió a la paciente que se recueste en la camilla luego de sacarse el pantalón y la ropa interior.
En esas circunstancias abusó sexualmente de la víctima. Conmovida y en pleno llanto en la vereda del nosocomio, otra mujer se le acercó y la indagó sobre qué le pasaba: ella le contó y su interlocutora le reveló que ese ginecólogo “ya tenía antecedentes similares” y que en el hospital era un secreto a voces. La evidencia recopilada en la causa fue de tal contundencia que el pervertido fue detenido en el acto: en el cuerpo de la víctima hallaron material genético del acusado.
Luego de que el caso tomó estado público, una segunda mujer se presentó en el expediente para denunciar al ginecólogo. Según su relato, el 16 de junio de 2020 (plena cuarentena por la pandemia de Covid 19) fue al hospital de Pontevedra a que le retiren los puntos de la cesárea, porque había sido mamá hacía dos semanas.
“Me atiende esta persona, este ginecólogo, para sacarme los puntos. Me pide que me recueste en la camilla, pues tenía que hacerme tacto también. A mí me pareció raro, pero accedo y me acuesto. Ahí me doy cuenta que empieza a tocarme de una manera distinta y empieza a estimularme más, o sea, empieza a masturbarme. Cuando yo le digo que pare, siguió y lo noto que él tenía el pene erecto, por lo que salí y me fui a la administración a los gritos”, señaló la víctima.
La mujer gritaba angustiada que ese hombre “es un degenerado” y, según sus palabras, en la administración intentaron calmarla “diciendo que yo estaba alterada”. “Cuando exigí el nombre me lo dieron y dije que iba a denunciarlo, pero por circunstancias de la vida no lo hice. Tuve miedo y vergüenza”, reconoció. La excusa que usó el pervertido en esa ocasión fue que “debía revisar que su sensibilidad no haya quedado afectada” tras la cesárea.