Presentaron en Ituzaingó el Observatorio Federal de Seguridad y Justicia, que es presidido por el juez Fabián Cardoso, integrante de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Morón, y está conformado por diversas personalidades de la vida política e institucional, entre otras, especialistas en criminalidad.
Se trata de una creación pensada para promover un debate integral sobre las políticas para el combate contra el delito. “La cuestión de la seguridad ciudadana nos afecta a todos, por eso hay que entrarle al tema por planos diferentes, y el primero es escuchar a la gente”, manifestó el magistrado en conversación con el programa periodístico Primer Plano por el canal Somos, de Flow.
En una charla con Adrián Noriega y Norman Díaz, Cardoso consideró que “es imposible saber hasta dónde llegan las herramientas con las que contamos sin escuchar a la gente, porque la política de seguridad se debe construir desde ahí”. Y dejó también una sentencia: “la justicia forma parte de cualquier política que se quiera implementar en esta temática”.
El magistrado aclaró, de todos modos, que la intervención del sistema judicial penal es posterior a la concreción de un determinado delito, más allá de la gravedad que ostente. Es decir, a la hora de la sanción; la cuestión de la prevención pasa por otros poderes del Estado, principalmente el Ejecutivo. “Cuando todo falla y una persona infringe la ley, ahí queda la aplicación de justicia”, subrayó el camarista.
ZONAS LIBERADAS Y PUERTA GIRATORIA
La escucha que se propone desde el observatorio debe ser profesional, en donde se interpelen las problemáticas y se puedan encuadrar en un marco teórico y científico. “No podemos proponer implementar un tren bala en las vías del Sarmiento”, ejemplificó. Léase, atender necesidades ciertas y concretas y aportar soluciones que ya están probadas con experiencias palpables.
“Rigurosidad” es otro concepto que se proponen como norte en ese ámbito, que se obtiene en base a datos comparativos del presente con el pasado cercano. “Vamos en camino a ser una sociedad aún más violenta”, refirió el juez Cardoso, quien interpreta que ese fenómeno responde a la pérdida de valores colectivos, principalmente a la vida.
Fue en ese tramo de la charla que el magistrado también reflexionó sobre dos grandes mitos populares que están instalados en el imaginario social: que existen zonas liberadas por la Policía para que se cometan delitos y que la justicia es una puerta giratoria en la que quienes delinquen entran y salen, algo que también suele ser un reclamo de la política, incluso en Ituzaingó.
“Hoy tenemos en la provincia un número de personas privadas de su libertad que es el más alto de la historia”, reveló el juez. “El sistema está colapsado. En seis meses, las dos unidades penitenciarias que se inauguraron en Merlo ya no tienen cupos”, enfatizó Cardoso. Fue en respuesta a quienes piden mano dura como forma de dotar de seguridad a la población.
“No hay que olvidar que la pena es una forma de resocializar a quien delinquió para que vuelva a la sociedad, cosa que muchas veces no funciona”, completó el magistrado, que busca que estas cuestiones empiecen a ser debatidas en el observatorio.