Una adolescente de 13 años denunció en la justicia que sufrió un intento de abuso sexual por parte de un vecino del barrio, que la llevó engañada de su casa de Pontevedra, en Merlo, para presuntamente entregarle un dinero que le adeudaba al hermano.
Siempre en base al relato que la mamá de la chica expuso primero en sede policial y luego ratificado ante la fiscal Marisa Monti, a cargo de la Fiscalía Nº 5 de Morón, todo ocurrió el pasado viernes por la noche cuando el imputado, identificado como Matías E., de 25 años, se presentó en la vivienda de la calle Muñiz al 300 de la mencionada localidad.
“Mi hija estaba con una amiga tomando mates en casa y acompañó a la chica a eso de las 22. Cuando volvió justo llega este sujeto, que le dijo que tenía que devolverle una plata a mi otro hijo. Se tocó en los bolsillos y le dijo que se le había caído el dinero, si podía acompañarlo para buscar. Ella fue porque lo conoce del barrio. Caminaron como seis cuadras”, contó a Primer Plano Online Rosa, la mamá de la víctima.
Según el relato de la mamá, la chica “nunca sospechó nada” y sólo caminó mirando al piso por si encontraba el dinero. Pero al llegar a la esquina de Bella Vista y Muñiz, el agresor la quiso abrazar y ella se lo sacó de encima porque “se sintió incómoda”. Entonces el atacante ejerció fuerza sobre la menor y la arrastró por unos metros con intenciones de ingresarla en el descampado.
“Mi nena se resistió, pero él la golpeó y hasta le metió la cabeza en un charco de agua. Ella le mordió la mano y logró soltarse. Cuando él quiso volver a agarrarla mi hija se fue sacando la ropa para evitar que la alcance”, agregó Rosa, que cuenta con el asesoramiento legal del abogado Rodrigo Tripolone. Según el testimonio de la mujer, fue un vecino que escuchó los pedidos de ayuda de la menor quien se acercó y puso en fuga al atacante.
La entrega del acusado y la restricción perimetral que dispuso la justicia
Cuando la versión de lo ocurrido empezó a circular por el barrio, el imputado se presentó en la comisaría 5ª de Pontevedra para ponerse a disposición de la justicia. Estuvo aprehendido por 24 horas y la acusación formal que pesa sobre él es la de rapto de menor. Ante la fiscal Monti se negó a declarar.
Por ahora sigue en libertad porque ese delito inicial es excarcelable, aunque con una restricción perimetral de acercamiento hacia la menor y hacia el hermano de ella por un radio de 150 metros, justamente la distancia entre la casa en la que él vivía y la de la chica. El próximo paso es que la víctima declare en Cámara Gesell para que profesionales escuchen su testimonio sobre lo vivido. Eso podría modificar el rumbo de la causa.
El tema es que el martes a la noche la situación se descontroló entre la vecindad y un grupo de habitantes de la zona se presentó en la casa del acusado con intenciones de hacer justicia por mano propia. Cortaron la calle pidiendo justicia y todo se desbandó cuando empezaron a incendiar la vivienda, pese a que el padre del acusado avisó que él no estaba allí.
“La familia, donde también había menores, fue rescatada por una de las ventanas de la casa y terminó en el hospital de Pontevedra, además de con la casa destruida”, detalló una fuente de los servicios de emergencia que acudió al lugar a intentar frenar la violencia.