Una fuerte polémica se desató en las últimas horas luego de que se viralizaran declaraciones de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, en las que apunta contra los docentes y llama a «denunciar» cuando se den actos de «adoctrinamiento» en las escuelas.
«La raíz de lo sobre ideologizado y la militancia política en las aulas está en la formación docente, está en cómo enseñamos qué es un docente, en el perfil que se define sobre qué es ser docente», dijo Acuña en una charla que tuvo con el diputado nacional y periodista Fernando Iglesias.
Allí, la funcionaria reflexionó que «la gran discusión» sobre el tema educativo «tiene que ser cómo enseñamos a enseñar, porque un docente que aprende bien sabe que tiene que enseñar a pensar, no decir qué pensar». Esa respuesta vino después que el legislador la consultara «cómo hacer para controlar el adoctrinamiento en las escuelas».
En el encuentro virtual entre Acuña e Iglesias, que se realizó el 8 de noviembre pasado, la titular de la cartera educativa aseguró que «la virtualidad» les dio la oportunidad a las familias para que «vean qué pasaba adentro del aula» ya que «antes el docente cerraba la puerta y todo quedaba entre ellos y los chicos».
“Hoy, el lugar en el que nacen chicos y chicas sigue siendo un determinante de sus procesos educativos. Hoy, un chico que nace en una familia pobre tiene casi predestinado su proyecto educativo para que también sea pobre, y seguramente no termine la secundaria y menos vaya a la universidad. Eso en la Ciudad no logramos solucionarlo tampoco”, consideró la ministra Acuña.
Ese diagnóstico fue de una llamativa semejanza con el brindado hace dos años por la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. “¿Es de equidad que durante años hayamos poblado la provincia de Buenos Aires de universidades públicas cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la Universidad?”, se preguntó, en una frase que todavía resuena.
