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sábado, diciembre 7, 2024
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El PJ en su punto de ebullición que parece no tener vuelta atrás pese a las fotos que pregonan la unidad

Pese a la foto de “de unidad” de sus dirigentes sonrientes mientras sudaban a mares por el calor sofocante, la cumbre del PJ bonaerense del viernes pasado en San Vicente terminó avivando las llamas de una interna partidaria que está al rojo vivo.

El cónclave fue arreglado por el presidente del PJ en la Provincia, Fernando Espinoza, luego del fracaso unos días antes del congreso convocado en Santa Teresita, que se cayó cuando el sector de intendentes que busca emancipar al partido del dominio del cristicamporismo objetó que el asunto fuera por la defensa de Cristina Kirchner y una pretendida marcha de apoyo a los tribunales de Comodoro Py, el martes 7 en que debe comparecer.

Tras la reunión finalmente concretada el viernes, con Máximo Kirchner de invitado “sorpresa” y protagonismo camporista, se alzaron las voces de reproche a Espinoza, en particular desde el grupo Esmeralda de intendentes que habían aceptado participar si el asunto se ajustaba a sentar posición crítica de las políticas económicas del Gobierno y apoyar la marcha de la CGT el martes que viene.

Pero a juicio de estos dirigentes, a Espinoza “La Cámpora le copó el evento”. Uno de los que expresó su crítica frente al descenlace del cónclave fue Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham, que opinó que “el viernes no íbamos a definir la estrategia electoral del peronismo, aunque igual terminó desvirtuándose la reunión respecto de lo que habíamos establecido con el presidente del partido”.

Otro alcalde que manifestó su rechazo a lo tratado el viernes pasado fue Gabriel Katopodis, intendente de San Martín. “El peronismo debe ocuparse de defender a los trabajadores y a la clase media, no mirarse el ombligo y juntarse a discutir sobre candidaturas”, expresó en señal de malestar-

“Poner a Cristina en el rol de candidata le sirve a los medios y al Gobierno, porque quiere confrontar con ella, pero nosotros tenemos que recomponer el peronismo”, dijo otro referente del mismo grupo, Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora. De hecho, la convocatoria dividió aguas en el propio grupo Esmeralda, y algunos de sus integrantes, como Fernando Gray (Esteban Echeverría) o Eduardo «Bali» Bucca (Bolívar) directamente no asistieron. Para que no se cayera la cumbre la propia Cristina debió bajar pretensiones y pidió públicamente marchar el martes 7 junto a la CGT, en lugar de acompañarla a ella a los tribunales federales.

Del otro lado, desde el grupo Fénix de intendentes que también hablan de «renovación» partidaria pero son afines a los K, se mostraron muy conformes con el encuentro. Ariel Sujarchuk, jefe comunal de Escobar, sostuvo que lo sucedido en San Vicente «mató las expectativas de los que querían un peronismo desunido. Hay que generar una alternativa actual a la política de Macri, que está hundiendo al país. Lo mejor es que no haya PASO sino lista de unidad», definió.

De la reunión no participaron Daniel Scioli, Florencio Randazzo (ese día visitó al Papa en Roma) y Julián Domínguez, el ex titular de la Cámara de Diputados, también distanciado del cristinismo y que explicitó su intención de ser candidato junto a Randazzo.

En el grupo Esmeralda, donde esperan que una postulación de Randazzo haga punta con la renovación, estiman que el ex ministro del Interior debería tomar la decisión «dentro de 15 o 20 días», algo que por ahora sigue siendo una incógnita porque el hombre de Chivilcoy guarda silencio desde diciembre. En ese caso, y aún si Randazzo se bajara de la compulsa aseguran estar dispuestos a dar la pelea en las PASO, según como se perfilan las cosas, frente a una lista hegemonizada por el cristicamporismo. En este sentido, en la última conversación que tuvieron con Espinoza le pidieron que como titular partidario, de las garantías para esa primaria.

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