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sábado, febrero 15, 2025
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Piden la captura del asesino de Ramón Zurita en Merlo: la historia oculta detrás del crimen

Luego del secuestro del auto usado para cometer el hecho y la detención de su conductor la justicia logró establecer quién fue uno de los autores, al que ya fueron a buscar, pero no lo encontraron en su casa de Villa Fiorito. El misterio por la administración de un prostíbulo en Flores.

Durante más de cuatro horas declaró el sujeto detenido el jueves pasado -tal como informó Primer Plano Online- al mando del vehículo Chevrolet Corsa desde el cual salieron los disparos que terminaron con la vida de Ramón Zurita (67) el pasado 1 de enero en Merlo.

Yo manejo ese auto. Hago Uber, pero ese día no lo tuve yo”, describió el sujeto que fue detenido tras haber sido identificado por personal de la Policía de la Ciudad conduciendo el rodado. Lo detectaron por el anillo digital, lo siguieron por varias cuadras y lo redujeron en un lubri centro ubicado en la intersección de Roca y Cosquín, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“El día del hecho se lo entregué a ‘Cato’”, agregó en su testimonial ante los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo, de la Fiscalía Nº 5 de Morón, que tienen a su cargo la investigación. El joven, asimismo, entregó su teléfono celular para corroborar su coartada y hasta identificó por videos quién era el sindicado como autor de los disparos contra Zurita.

Con ese testimonio, y el rastreo del celular del sospechoso, los fiscales decidieron pedir la detención de ‘Cato’ Castaño, un joven oriundo de la localidad de Villa Fiorito, en Lomas de Zamora. La Policía lo fue a buscar hasta el domicilio, pero no lo encontró: ya se había fugado, porque además desapareció de los lugares que solía frecuentar.

La antena de su teléfono impactó en Merlo a la hora del crimen de Zurita”, detalló a Primer Plano Online una fuente de la investigación. Así lo pudieron corroborar tras un oficio enviado a la empresa que provee el servicio al celular del sospechoso, que de inmediato aportó los movimientos. Hay también otro sujeto implicado en el asesinato, cuya identidad todavía no se conoce. Y se intenta establecer también cuál fue el móvil del hecho.

OTRO CRIMEN Y UN PROSTÍBULO

Zurita recibió un certero balazo en la cabeza que le provocó la muerte en el acto cuando salía de la casa de su hermana ubicada sobre la calle Nolasco Flores, casi esquina Hurtado, del barrio Matera de Merlo. El Chevrolet Corsa se le cruzó en el camino y le impidió el paso: desde el interior de ese vehículo le dispararon un tiro que ingresó por la región occipital izquierda, le atravesó la cara y salió por el malar derecho.

Crimen en Merlo
En el auto oscuro viajaba la víctima, que en su afán de escapar terminó chocando contra la camioneta

La hipótesis del robo fue descartada de entrada por los investigadores porque no le sustrajeron nada ni tampoco medió palabra alguna entre la víctima y los agresores y todo se circunscribió a un posible ajuste de cuentas. Después llegó un elemento nuevo al expediente: la posible vinculación con la ejecución de un ciudadano boliviano sobre la avenida San Pedrito, en Flores.

Ocurrió horas antes del asesinato de Zurita. Omar Ovidio Condarco Collisaya había salido del prostíbulo en el que además se hacen karaokes, y recibió un proyectil en el cráneo a los pocos metros, mientras caminaba por la calle. La justicia investiga ambos hechos y existen dos nociones: que ese ataque fue cometido por error (el destinatario era Zurita) y que mismo auto fue el que lo ejecutó, porque se lo observó en la escena.

¿Se trata de mano de obra para ejecutar un plan criminal? El hombre asesinado en Merlo era jefe de seguridad de ese local nocturno y hace un tiempo apareció como dueño. Además, familiares suyos declararon que hacía más de seis meses estaba amenazado y que decidió no denunciar esas intimidaciones.

Como sea, el caso es un misterio, con un asesino identificado, otro que se sabe quién es pero no tiene aún nombre y apellido y dos muertes que todo indica tienen un nexo causal.

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