Maxi ‘Picante’ Verón continúa dando la batalla más dura de su vida. No es arriba de un cuadrilátero ni tiene enfrente un musculoso rival, sino que combate contra la salud, esa que lo puso en jaque como no había podido hacer ningún otro boxeador.
Después del hematoma subdural que le detectaron tras la pelea contra Gustavo Lemos en Santa Fe y la operación de urgencia al que fue sometido en el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (HECA) de Rosario, al joven deportista de Morón le detectaron que era positivo de Covid, con lo cual su cuadro, ya grave, se complejizó aún más.
Ahora hay dos novedades sobre su evolución, confirmadas ambas a Primer Plano Online desde la Dirección Médica del establecimiento sanitario. El parte oficial indica que “Verón tuvo un control tomográfico satisfactorio (buen resultado de la neurocirugía), está relativamente estable (con dosis bajas de vasopresores), pero presentó complicaciones respiratorias producto de una neumonía con rescate de una bacteria”, detallaron desde el centro.
Picante continúa con asistencia mecánica respiratoria y en coma farmacológico. Los profesionales que evalúan su cuadro esperan una nueva chance para quitarle la droga que lo mantiene sedado y así poder analizar cómo despierta. El martes pasado lo intentaron y reaccionó de manera lógica para su estado: con altos niveles de excitación, con lo cual debieron dormirlo nuevamente.
En tanto, tanto la esposa de Maxi Verón como su entrenador, Marcelo Cerrezuela, realizaron la denuncia respectiva por el robo que sufrió el boxeador en el primer hospital al que fue llevado cuando se descompensó, que es el Alberdi de Rosario. En ese nosocomio le robaron el dinero que había cobrado ‘Picante’ por la pelea, en la que cayó derrotado en el octavo round por nocaut técnico. Esperan hoy entrevistarse con el fiscal de la causa para saber si pudieron conseguir cámaras de seguridad del lugar.