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jueves, julio 17, 2025
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Perder capital humano: la pediatra que a los 34 años renunció al Garrahan para irse a trabajar a España

“A este ritmo no llegaba a los 50 años”, razonó Gabriela Pereyra sobre el nivel que exigencia que tenía en nuestro país, con multiempleo para poder armar un salario trabajando casi 70 horas semanales. Se formó en la Universidad de Buenos Aires, realizó especializaciones en parálisis cerebral en la infancia y, al terminar su residencia, encontró un nuevo horizonte laboral para ganar calidad de vida.

Los problemas que tiene la Argentina no son nuevos, claro está. Pero no por ese motivo dejan de doler: sigue siendo un puñal la pérdida de capital humano, de ese talento que el país se ocupó de formar y que ahora será el mundo el que lo aproveche porque acá no se valoró como correspondía.

Gabriela Pereyra es pediatra y renunció los primeros días de mayo pasado al hospital Garrahan, “el mejor de Latinoamérica”, como lo define. Con todo el dolor a cuestas y un relato con el que deja correr alguna lágrima, la joven profesional tiene preparadas las valijas para viajar rumbo a Madrid, su nuevo destino laboral. Y de vida.

Por eso Primer Plano Online comparte con sus lectores la entrevista completa que le hicieron Adrián Noriega y Norman Díaz en la emisión semanal del programa periodístico Primer Plano por canal Somos, de Flow. Su testimonio no tiene despercidio.

“Al ritmo con le que trabajaba yo no llegaba a los 50 años”, razonó. Por estas horas la situación de ese nosocomio pediátrico es el centro de la información a raíz de la situación que atraviesan sus residentes: ganan salarios de 797 mil pesos, a razón de $2930 por hora.

Su ingreso era distinto: por su especialización en parálisis cerebral cobraba algo más de un millón de pesos, pero tampoco le alcanzaba para costear sus gastos básicos, como el alquiler y los servicios. Por eso se abrió camino en el sector privado, tanto en guardias como en consultorios.

La problemática del tan mentado pluriempleo

“En particular las fiestas pasadas yo estuve de guardia el (24 de diciembre) hasta las 8 de la noche, el 25 de 8 a 20, al igual que 31 y 1 de enero. Yo amo el hospital y a mi profesión, pero llega un momento en que me tuve que plantear hasta dónde eso no me está consumiendo la vida”, describió. El tan mentado pluriempleo que afecta no sólo a la profesión médica.

Irse a España le representa tener un solo trabajo, contar con fines de semana libres y dedicarse a la formación continua que todo trabajador de la salud necesita. ¿Motivo? Con solo bajar un pie del avión, el ingreso que la espera ronda los 2600 euros.

Claro que a Gabriela le duele tener que dejar el Garrahan. Y rechaza que los reclamos tengan que ver con cuestiones políticas, porque además no vienen de ahora: desde que ella ingresó, en 2017, la lucha por reivindicaciones es permanente. Las consecuencias de vivir con tanta tensión diaria en materia laboral los sufrió en carne propia. “Tuve gastritis, migrañas, problemas para dormir, entre otras cosas”, afirmó la médica.

¿Qué le diría al presidente Javier Milei? “Estaría bueno que vaya a visitar el hospital”, no dudó en afirmar mientras soltó una sonrisa que le abarcó todo el rostro. “El Garrahan atiende a infancias con y sin obra social, porque si tenés una enfermedad grave, una condición de salud rara o poco frecuente no importa que tengas OSDE 410 si sos una persona en situación de vulnerabilidad social. El Garrahan es el lugar en donde vas a tener la respuesta”, concluyó.

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