El paso a nivel de la calle Juncal, en Ituzaingó, se convirtió en el último mes en una trampa mortal. Es que hubo al menos tres accidentes graves, de los cuales uno reveló ayer Primer Plano Online, con la muerte de un joven de 22 años.
Este medio recorrió el lugar y habló incluso hasta con guardabarreras, que prefirieron mantener la reserva de sus nombres por temor a represalias. De todos modos, hay una coincidencia: “no es peligroso el cruce pero la gente se distrae con facilidad y el laberinto está muy cerca del paso del tren, por lo que si hay una distracción puede ser fatal”.
Incluso, relatan situaciones como la de un joven al que una formación le arrancó los auriculares que llevaba puestos y le rompió la remera pero él, de milagro, se salvó. Eso ocurre con la mayoría de las personas que descienden de los trenes y tratan de irse rápido del lugar.
La observación hecha por el cronista de este medio que se trasladó al lugar indica que el estado en general del cruce es deplorable, tanto para los peatones como para los automovilistas. Incluso para las personas con discapacidad, porque deben sortear los pozos sobre la acerca y las grietas entre el cemento y las vías. Por ayudar a una persona en silla de ruedas, Fernando Freite perdió la vida el miércoles pasado.
LA TRISTÍSIMA HISTORIA DE UN HÉROE ANÓNIMO QUE AYER REVELÓ PRIMER PLANO ONLINE:
Para los coches también se transformó en un paso con obstáculos. Tienen que maniobrar, como se ve en las imágenes que ilustran la nota, tratando de esquivar los cráteres que hay sobre Juncal.
A propósito de los peatones, trabajadores ferroviarios consultados por Primer Plano Online señalaron que el laberinto para pasar es “muy angosto” y hasta dudan que tengan las medidas reglamentarias. Esa observación es común tanto los que están ubicados en el cruce de Juncal (autos y peatones) y en el otro extremo del andén, calle Soler (solo peatonal).
