Una sola colilla de cigarrillo puede contaminar hasta 50 litros de agua. Es por ello que varios municipios de la provincia de Misiones impulsaron campañas para combatir este problema colocando contenedores donde los fumadores pueden desecharlas sin necesidad de arrojarlas en la vía pública. Finalmente lo recolectado se convierte en insecticida para combatir las plagas.
Si bien en los últimos meses los propietarios de los comercios se ocuparon de que sus clientes no arrojen las colillas de sus cigarrillos en la vía pública y barren periódicamente las veredas para que al amanecer del día siguiente la ciudad siga estando limpia y ordenada, los cigarrillos continuaron siendo un problema a la hora de descartarlos. Por eso la dirección de Agro, Producción y Medioambiente del Municipio de Puerto Rico, en la provincia de Misiones, decidió instalar cestos de cigarrillos de PVC en puntos estratégicos de la ciudad.
Para elaborar el insecticida, primero deben recolectar las colillas de los cestos, luego se procede a quitar el filtro para utilizar todo el tabaco, reposarlos en agua de 24 a 48 horas, luego se hierve en ajo para ampliar el espectro abarcando una mayor cantidad de plagas y el producto está listo para ser utilizado. La iniciativa surgió para entregar el insecticida a los productores agroecológicos locales y además reflotar la huerta municipal. El producto, como cualquiera fabricado de manera casera, no tiene demasiada duración en el tiempo por lo que debe ser elaborado en el día
Además de insecticidas, en la comuna misionera existen distintas campañas para minimizar el impacto negativo en el medioambiente, como la entrega de plantines hortícolas a cambio de pilas, contenedores para botellas de plástico y recolección de aceite domiciliario para la producción de biodiesel. Acciones todas, dignas de imitar por todos los gobiernos locales del país.