La cruda realidad económica golpea a varios sectores, más allá de los números optimistas que ofrece el Gobierno nacional. En este caso, los que expresaron su queja por el rumbo de país fueron los dueños de panaderías de la región oeste, que se reunieron para discernir cómo hacer público un reclamo que los involucra como sector productivo.
“La convocatoria es porque no podemos pagar más los impuestos. El consumo bajó entre un 50 y un 60 por ciento, y estamos en una crisis real del sector. Hemos mandado una carta documento para pedir una entrevista con el Presidente de la Nación y con la gobernadora Vidal a la que hicieron oídos sordos, así que vamos a hacernos escuchar en conjunto”, le dijo a Primer Plano On Line Rodolfo Silva, presidente del Centro de Industriales Panaderos del Oeste. Esa misiva fue respondida por la Presidencia de la Nación, pero no de la manera esperada: los mandaron a dialogar al Ministerio de la Producción.
El plan de acción del cual hablaron ayer aún no tiene fecha pero sí posibles medidas. Una de ellas es una concentración en el Congreso; la otra el corte de accesos a Capital Federal; y una tercera es la chance de regalar pan en un lugar de amplio tránsito para mostrar la crisis que atraviesa el sector en sintonía con el mal momento económico para la población en general.
En el cónclave hubo representantes de 20 distritos bonaerenses, que llevaron sus problemáticas e hicieron catarsis colectiva sobre los inconvenientes que enfrentan a diario, por caso los costos de la principal materia prima que insume la actividad panadera. “Estamos volviendo a los tiempos en que la bolsa de harina aumentaba todos los días. Ahora es por semana el incremento, y desde febrero hasta hoy ya subió 120 pesos, y tiene a seguir subiendo entre 20 y 30 pesos cada siete días”, detalló Silva. El kilo de pan, por caso, no baja de los 45 ó 50 pesos.
La semana anterior, Silva participó de un encuentro en la Unión Industrial del Oeste con representantes del Ministerio de Hacienda, en la que hizo saber su disconformidad por el rumbo de la economía y su impacto en la actividad panadera. “Les dije que en 2015 viajamos a una feria en Alemania y el kilo de pan estaba el equivalente de 15 pesos argentinos. Yo creo que en mi negocio no hice nada mal para tener semejante desbarajuste”, señaló.
Entre las condiciones que evidencian la crisis del sector, ayer los participantes expusieron que muchas panaderías o van cerrando sus puertas o alquilan los fondos de comercio. Incluso, alguno reveló que les están pidiendo a los empleados que renuncien a los recibos de sueldo para seguir trabajando. Además, aseguran que existe mucha competencia desleal y clandestinidad por falta de controles.
“La gente no entiende y terminamos siendo el fusible social. El político está en su oficina, no sale a ver cómo está la gente en realidad salvo operativos mediáticos que arman. Entonces, si al vecino le ponés el precio de pan a lo que tiene que salir para que el negocio sea redituable te dice que le estás robando la plata, pero cuando te viene la boleta de la luz te das cuenta que no te alcanza”, concluyó Silva.