Una fiesta que reunió a mas de 1000 jóvenes, provocó indignación en redes sociales y convirtieron a Pinar de Rocha otra vez en tendencia en Argentina.
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Todo ocurrió en medio de una jornada plagada de anuncios por la pandemia de coronavirus. El gobierno nacional ya había anunciado en la semana que se prohibían los eventos masivos y puso como límite las 200 personas, pero esas recomendaciones sanitarias fueron una vez más desoídas por los responsables del local de esparcimiento.
Según trascendió, los dueños del boliche habían anticipado a los vecinos que realizarían un evento del que participarían el máximo establecido por el protocolo gubernamental, aunque había una trampa: iba a haber 200 personas por cada una de las seis pistas del complejo. La simple cuenta matemática indica que la reunión superó las mil presencias.
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Los videos no tardaron en salir a la luz y provocaron la ira de usuarios que cuestionaron que “el boliche hace lo que quiere”. Es por eso que los organizadores decidieron suspender una segunda fiesta que estaba prevista para ayer domingo a las 21, y finalmente no se realizó. El municipio de Morón analiza la clausura de la disco.