El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, expresó públicamente una propuesta que está en boca de muchos sectores no precisamente vinculados al progresismo desde hace tiempo, cuya finalidad es, como ocurre en Brasil, que los presos construyan escuelas, viviendas sociales o rutas a cambio de conseguir la reducción de las penas que deben cumplir por los delitos que cometieron.
«Yo creo que tenemos que ir a un modelo como el de Brasil, el uno por uno: un año de trabajo productivo, haciendo escuelas, viviendas, por un año de libertad y que en ese año ingrese el Estado con todo su esfuerzo para enseñarle un oficio, generarles una orientación, una educación», explicó el funcionario.
«Hay que generar reformas no solamente en el sistema de seguridad sino también en el sistema penitenciario, para que la persona que sale del sistema penitenciario pueda tener la capacidad de reinsertarse, que no sea el Estado quien la excluya. Tenemos que tener una mirada inclusiva no solo una mirada social sino también preventiva», explicó el ministro en declaraciones al canal América.
En ese orden, afirmó que en las comisarías de la provincia hay alojados más de 4.300 detenidos cuando la capacidad total es de 1.700, por lo que consideró que se debe llevar adelante una «reforma estructural» del sistema. En la actualidad, la Ley de Ejecución Penal de la provincia prevé en uno de sus artículos, una rebaja en la pena a razón de diez días por año de prisión para los presos que «demuestren buena conducta, espíritu de trabajo, voluntad en el aprendizaje y sentido de responsabilidad en el comportamiento personal».
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Esa recompensa para el interno, queda a criterio del Juez de Ejecución o del Juez competente, pero a criterio del flamante titular de la cartera de seguridad, es escaso el incentivo. Tras informar que el «85 por ciento de los delitos importantes son cometidos por reincidentes», Berni consideró que hay que tener una «mirada integral» y que las penitenciarias deben servir para «resocializar», ya que «si al preso no se le generan las condiciones de resocialización ha pasado inútilmente por la cárcel».
