Cerca de 300 vecinos de Villa Tesei participaron ayer por la tarde de una masiva manifestación a las puertas de la empresa de gelatinas Rousselot, que incluyó un corte parcial sobre la avenida Vergara y posteriormente un festival musical.
Con pancartas y una notable indignación por la falta de soluciones a los reclamos vecinales que llevan más de un cuarto de siglo, los manifestantes expresaron su bronca contra dos personas en particular, ambas representantes de la cuestionada firma: Lucas Raimondi, gerente general, y Lucas Ponte, el capataz del proceso productivo. Hubo también mensajes cuestionando el rol del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
Un dato importante, que fue considerado como una burla por parte de los vecinos, es que sabiendo que se realizaba la marcha, la empresa decidió suspender la producción 24 horas antes para q no exista olor alguno en la zona.
“Les damos muy poco tiempo: o lo solucionan o se mudan de Villa Tesei”, enfatizó Oscar Cragno, uno de los habitantes del barrio que tomó la palabra en el improvisado escenario. “Las obras que hicieron fueron para optimizar su producción, no para solucionar el tema de los olores”, agregó, y cerró: “acá hay muchos casos de próstata, de vejiga, mucha gente que no puede más de las alergias. Estos olores son insoportables”.
Otro de los hombres que se expresó, con un barbijo en la garganta, señaló que “nosotros los viejos ya estamos jugados, pero no le vamos a permitir que envenenen a nuestros hijos y nuestros nietos”. “Esta vez va la vía pacífica, la próxima va a ser más rigurosa”, finalizó.
Participó de la marcha el concejal socialista Lautaro Aragón. Sin embargo, y curiosamente, desde ningún otro bloque político acompañaron el reclamo ni tampoco hubo presencia de funcionarios del Gobierno Municipal.
ZABALETA: “LA CALIDAD DE VIDA EN ESA ZONA ESTÁ DEVASTADA”
El intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, visitó los estudios de Primer Plano Recargado y aseguró que “al Estado Municipal no le va a temblar la mano” en hacer lo que tenga que hacer para terminar con la mala situación que viven los vecinos.
“Siento que me tomaron de tonto los empresarios, no solamente a mí sino a los vecinos. Está la discusión sobre si ese olor es contaminante o no, y hemos enviado todos los informes a la justicia con lo que nosotros creemos que es una violación a la ley de medio ambiente. Pero la empresa también tiene que entender que es calidad de vida, y la calidad de vida en esa zona está devastada. Ahora el plazo es junio. Nos gustaría que si es así cierren las puertas hasta allí y se hagan cargo del salario de los 120 trabajadores”, expresó el jefe comunal.