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martes, diciembre 10, 2024
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Otra historia de terror: fueron a denunciar malos tratos y abusos en un jardín y se enteraron que el lugar ni siquiera tiene habilitación

Desde el comienzo de este año escolar, T. comenzó a manifestar un notorio cambio de conducta. El niño, de 5 años, expresó su enojo a través de golpes a su mamá, arrojando sillas, empujando y golpeándose a sí mismo. “El nene presenta signos de mucha violencia porque está enojado. Hay que indagar sobre eso”, fue la devolución que le dio la psicóloga particular a la que Carla Orsini llevó a su hijo, aunque la profesional aclaró que no era un diagnóstico definitivo porque sólo pudo verlo en cuatro ocasiones.

Ese fue el inicio de una historia que resulta alarmante de sólo contarla. O escucharla, como hizo el cronista de Primer Plano Online que accedió al caso y que conversó con la mamá. “Mi nene me contó que su maestra tenía actitudes hostiles, que les gritaba al oído y les decía que los quería dejar sordos. Incluso que lo empuja hasta el rincón”, describió.

La mujer narró la forma en la que fue descubriendo el calvario que los menores pasaban en el jardín, y de a poco se enteró que también eran sometidos a juegos de contenido sexual, como tocarse las partes íntimas entre ellos. “La seño Ro nos hace jugar con L. a que nos tenemos que tocar el pitito”, dijo T. a su madre. Naturalmente la mujer intentó indagar un poco más al respecto, pero se encontró con respuestas evasivas del menor, que incluso se largó a llorar y pidió contención del padre. “Noté un comportamiento muy sexualizado para su edad, y decidí preguntar a otras mamás a ver si les pasaba lo mismo.

Jardín Patito Feo
Carla Orsini junto a su marido y su pequeño hijo, víctima de los abusos y malos tratos en el jardín Patito Feo de Moreno

Ro no es otra que Rocío Acosta, la docente a cargo de los niños de la Sala de 5 en el Jardín Patito Feo, ubicado en la calle Thames al 1300 de Moreno. La maestra es hija de la dueña del lugar, Ester Acosta, que también oficiaba de directora del establecimiento. Un total de cinco madres de niños que acudían a ese establecimiento educativo presentaron el pasado 25 de junio una denuncia por violencia contra el jardín, que les fue tomada en la UFI Nº 5 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez. Tres días más tarde la presentación se amplió a la figura de abuso sexual. Desde entonces hasta hoy la causa no se movió.

El grupo de madres denunciantes fue hasta la Dirección General de Escuelas de Colegios Privados, en San Miguel, dependencia en la que fue atendida por la funcionaria Daniela Cuain. Y allí terminaron de corroborar un dato que agrava el caso: les informaron que el jardín carece de habilitación, y que está en la órbita del Municipio, no de la provincia. “Sin habilitación, y con todo esto denunciado en la justicia, sigue funcionando como si nada”, contó Carla.

Denuncia por abusos en jardín

El hijo de Carla tiene una discapacidad motora que se conoce como Monoparexia del miembro inferior, que no es otra cosa que una pierna crece y se desarrolla más que la otra. Su capacidad intelectual no tiene dificultades y nunca tuvo problemas de conducta hasta este año, que se topó con esta situación. Desde el pasado 7 de junio que T. no asiste más a ese jardín, y ya inició una nueva etapa escolar en otro establecimiento que lo recibió con los brazos abiertos.

Pero su mamá y las otras denunciantes esperan que la justicia haga su parte y que el Municipio cumpla con el poder de Policía que le corresponde frente a un lugar al que acuden niños de tan corta edad. Es más: la mujer contó que, por temor a las amenazas que recibieron, otras familias que pasaron por idéntica situación decidieron no hacer la denuncia. Son 4 madres cuyos hijos actualmente tienen 8 años.

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