Se terminaron las alternativas procesales y jurídicas: Esteban Ricardo Piccinin debe ir a la cárcel a cumplir los cinco años y seis meses de prisión a los que fue condenado por el brutal ataque a escopetazos que le propinó a su exmujer, Romina Meneghini, en Villa Sarmiento.
Como se recordará, el hecho ocurrió el 15 de octubre de 2013 y la sentencia fue dictada un año después, más concretamente el 21 de noviembre de 2014. Allí, el Tribunal Oral Criminal Nº 4 de Morón lo condenó por los delitos de tenencia no autorizada de arma de guerra y lesiones graves calificadas por el vínculo y por el uso de arma de fuego.
Según se reconstruyó en el juicio, la mujer había ido a la casa de Morón en la que convivió con el agresor hasta separarse para buscar sus elementos personales. Al llegar, se comprobó que Piccinin la encerró en el garaje de la vivienda, fue a buscar una escopeta y, al volver, le efectuó un disparó en la pierna izquierda que se le abrió en dos y le dejó un agujero de 16 centímetros.
«Me cortó la femoral, la pierna quedó colgando literalmente y llegué así al hospital Posadas, nunca perdí el conocimiento», había relatado la mujer durante una entrevista en Canal 13. Tras el ataque, Romina estuvo internada en coma varios días, sufrió dos infartos y durante estos años fue operada en 63 oportunidades. Hoy continúa con las secuelas del caso, según informó la abogada que la patrocinó, Raquel Hermida Leyenda.
Lo que pasó después de la condena es que el abogado de Piccinin apeló el fallo. Primero recurrió al Tribunal de Casación Penal bonaerense, cuya Sala Quinta ratificó lo actuado por la justicia de Morón en un fallo fechado el 16 de febrero de 2016. Un año después, el 20 de diciembre de 2017, la Suprema Corte provincial denegó, por inadmisible, el recurso extraordinario federal interpuesto por la defensa.
El reclamo siguió su curso hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que tuvo el expediente desde mayo de 2019. El pasado 12 de noviembre también declaró “inadmisible” el planteo realizado por el abogado de Piccinin, que pretendía que se declare prescripta la pena impuesta. A partir de ahí, la justicia quedó habilitada para obligar a que vaya a la cárcel a cumplir el fallo.
Pero, vaya casualidad, el lunes pasado, 16 de noviembre, el excorredor de TC se internó en una clínica neuropsiquiátrica de Ramos Mejía por un cuadro de “depresión”. Al notificarse de la desestimación del máximo tribunal de justicia, el juez del TOC Nº 4 de Morón Carlos Torti ordenó la captura de Piccinin.
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Cuando la Policía se presentó en el domicilio de la calle López Buchardo al 4.000, de Parque Leloir en Ituzaingó, para llevarlo a la dependencia judicial, los efectivos se enteraron que el condenado no estaba allí sino que había sido alojado en el establecimiento sanitario. Tampoco pudieron ubicarlo en la clínica Constituyentes, su lugar de trabajo, que además pertenece a un familiar.
Una comisión policial se presentó entonces en el lugar en el que Piccinin pasa sus días. Allí le notificaron a las autoridades de la orden de detención y de la custodia permanente en el lugar. “Seguramente en estas horas será trasladado a la cárcel”, indicó a Primer Plano Online el juez Carlos Torti.
Lo que se está esperando es la evolución de su estado general para saber a dónde será enviado. “O va a un penal o va a un penal”, completó el juez Torti. La diferencia que podría llegar a existir es que vaya a un penal con atención psiquiátrica, si es que su cuadro lo amerita.
