Más de 127.000 puestos de trabajo asalariados y de 5100 empresas se perdieron entre enero y setiembre del año pasado, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La información fue difundida por el organismo un día después de que el presidente Mauricio Macri sostuviera en una conferencia de prensa que «en la Argentina está creciendo el empleo y esto es coherente con que hemos empezado a crecer» y si bien admitió que «puede haber una empresa con problemas, que cierra» aseguró que «hay muchas más que están abriendo» y afirmó que el Gobierno va a «ayudar para que no cierren» y evitar la pérdida de puestos de empleo.
El documento del Indec precisó que al 30 de setiembre de 2016 se registraban 6.404.160 empleos asalariados, lo que implica una caída de 2% respecto de diciembre de 2015 (6.532.065). A su vez se computaban 573.302 empresas, un 0,9% menos que las reconocidas a fin de 2015 (578.449).
Si se compara con el tercer trimestre de 2015, la pérdida de puestos de trabajo se recorta a 97.160 empleos y la de empresas a 3843. De acuerdo al informe del Indec, la remuneración promedio de bolsillo de los más de 6.400.000 asalariados inscriptos resultó de $ 16.889, con un incremento interanual de 32,4%, un número que estuvo por debajo de la inflación. La remuneración total -previa de descuentos- fue de 19.649 pesos.
Esta cifra reconoce una pérdida de poder adquisitivo de entre 8 y 10 puntos respecto de la inflación, estimada por encima del 40% por las consultoras privadas.
CONFLICTOS ABIERTOS
En estos días hay dos reclamos por despidos y cierre de fuentes de trabajo en varios lugares, pero los que atraen la atención mediática se concentran, fundamentalmente, en las 380 cesantías producidas en la planta del barrio porteño de Pompeya del Grupo Clarín y en la empresa Banghó.
En cuanto a la empresa de medios, el conflicto gremial por el cierre de la planta impresora de la empresa Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), del Grupo Clarín, continuó ayer: no hubo avances en las negociaciones y los talleres, ubicados en Pompeya, permanecen tomados por los trabajadores. AGR asegura que decidió el cierre por la situación crítica que atraviesa la actividad y después de años de negociar alternativas que fueron «sistemáticamente rechazadas» por la comisión gremial interna. Por la medida, unas 300 personas podrían quedar sin empleo. En cambio, los trabajadores denuncian que «los despidos son ilegales» y prometen resistir.
En relación a la firma que produce notebooks, la decisión del gobierno de Mauricio Macri de bajar el arancel de 35% a 0% a la importación de computadoras y tablets puso en jaque a toda la industria nacional dedicada a estos productos. Por estos días se ven las principales consecuencias de esa política: unas 2000 personas quedaron sin empleo en la Argentina, sobre todo de pymes, sin incluir Tierra del Fuego, y más de 600 en Buenos Aires y sus alrededores, según fuentes del sector, que aseguran que tres plantas ya están inactivas. Ayer, la UOM llamó a una concentración para hoy a las 10.30 en el Ministerio de Trabajo, ante el inminente cierre de la planta que la empresa PC Arts Argentina, que controla la marca Banghó, tiene en Florida, partido de Vicente López.