La justicia de Morón investiga con la hipótesis de que se trató de un femicidio la muerte de una joven de 20 años que cayó de un quinto piso en un edificio céntrico de ese distrito. Romina González murió antes de ser asistida y la mira está puesta en su pareja, Erick Martín Castagna (35), sobre quien todavía no se definieron medidas de restricción de su libertad.
Tras una recorrida que realizó Primer Plano Online en la zona, este medio pudo recoger el testimonio de vecinos y comerciantes de la cuadra, en la avenida Rivadavia 18.410. Según revelaron las personas consultadas, la situación en ese departamento “no era normal”.
“Había ruidos y gritos permanentes, de día y noche. A la noche se potenciaba más”, describieron. Asimismo, aseguraron que la chica “pedía auxilio” en casi todas las ocasiones que elevaba su voz, y que “era frecuente verla semidesnuda por los pasillos del edificio”.
Calcagna, que hasta el momento es testigo en el expediente todavía caratulado como averiguación de causales de muerte, tenía a cargo la oficina de turismo de la franquicia Al mundo, cuya titular era su hermana. Desde hace algunas semanas dieron de baja el comercio y trasladaron la atención a clientes a Ituzaingó.
Varios de los muebles de la oficina desmantelada fueron guardados en el departamento del quinto piso, de su propiedad, que lo utilizó como depósito. Incluso varios testimonios son coincidentes en afirmar que “no ocultaba su condición de adicto a las drogas”.
¿Eso lo convierte en un asesino? De ninguna manera. Es simplemente el detalle de lo que pudo recopilar Primer Plano Online del diálogo con personas que habitan la zona y que sospechaban que algo malo podía pasar. Mientras, la fiscal a cargo de la investigación, María Alejandra Bonini, de la UFI Nº 12 de Morón, ya tiene en sus manos el informe preliminar de la autopsia.
La intervención determinó que Romina murió por un “traumatismo de cráneo” y que su cadáver no tenía lesiones anteriores, es decir, en principio no tenía signos de haber sido violentada. “Las heridas que presenta son propias del momento de la muerte”, precisó una fuente judicial consultada para la elaboración de este artículo.
El expediente se está tratando con perspectiva de género y como un posible femicidio, agotando los testimonios vinculados a la víctima fatal y a su pareja, sobre quien no pesa ninguna medida restrictiva de su libertad. Es que, por el momento, mantiene su relato de que la joven saltó al vacío por decisión propia en medio de un ataque a raíz del trastorno de personalidad que la mujer padecía.
El caso tiene algunas características similares al ocurrido en la noche del miércoles 29 de marzo último en Retiro, cuando la joven brasileña Emmily Rodrigues Santos Gomez cayó desde un sexto piso mientras estaba en el departamento del empresario Francisco Sáenz Valiente (52).
La mujer, de 26 años, murió por las lesiones que padeció en el siniestro y el dueño de la vivienda estuvo detenido algunos días sospechado de femicidio, aunque luego recuperó su libertad. La justicia, al igual que en el caso de Romina, intenta dilucidar si se trató de un homicidio o de un suicidio en el marco de algún tipo de ingesta de estupefacientes.
