Una noche de furia y terror se vivió en Moreno cuando un sujeto, acusado de haber violado a un nene de ocho años, fue salvado -literalmente- por la mamá de la víctima. En el medio, los vecinos del abusador lo estaban atacando con machetes y palos en la puerta de la casilla en que vive y tanto la Policía como la mujer denunciante lograron frenar la estampida.
Según pudo reconstruir Primer Plano Online en base a fuentes judiciales, el hecho ocurrió el pasado 8 de febrero, cuando dos hermanitos de 8 y 11 años estaban tomando un helado en una plaza. En esas circunstancias, un hombre se les acercó para ofrecerles “cazar pajaritos”. El más grande de los nenes dijo que no pero al menor de ellos, bajo amenazas, se lo terminó llevando en el portapaquetes de la bicicleta. Esa secuencia quedó filmada, incluso parte del trayecto recorrido.
El mayor de los chiquitos fue entonces corriendo a pedir ayuda y llegó hasta un lavadero cercano, donde una joven trabajadora lo auxilió.
La desaparición del niño duró aproximadamente tres horas, cuando fue encontrado en una cancha de fútbol del barrio. En ese momento, extremadamente angustiado, contó lo que le había pasado. Para no ponerle otras palabras, se trató de un abuso sexual con acceso carnal, cometido en un descampado ubicado a pocas cuadras de allí. También la víctima relató que había sufrido permanentes amenazas de muerte.
A raíz de las imágenes que se viralizaron en las redes sociales, luego de una serie de posteos de la mamá del menor atacado, se descubrió quién era el violador y dónde vivía. Hasta allí llegó anoche la Policía y la secretaria de la UFI Nº 4 de Moreno, Cecilia Ceballos, con una orden de allanamiento. Y se vivió lo que está relatado al inicio de este artículo: un principio de linchamiento que lograron frenar entre los uniformados y la propia mamá denunciante, que además se encargó de separar del lugar a los hijos del acusado y a su propia mujer, que decía desconocer lo que estaba pasando.
En la vivienda se secuestró parte de la vestimenta usada al momento del hecho por el atacante (la remera, más concretamente). Por el momento el sujeto está en condición de aprehendido, aunque la fiscalía interviniente pedirá hoy formalmente la detención. La causa está caratulada como abuso sexual agravado, y no descartan unificarla con otra denuncia similar para saber si se trata del mismo individuo.
