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martes, abril 29, 2025
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Noche de furia en Ituzaingó: intentan determinar si el atrincherado estaba drogado o tuvo un brote

Detalles exclusivos de la noche de furia en Ituzaingó. El oficial Ricardo Gastón Acosta, de 25 años y efectivo de la Policía de la Ciudad destinado al Departamento de Operaciones Urbanas, disparó más de diez veces contra los uniformados que se acercaron a su domicilio de la calle Pintos 987, al sur de ese distrito. Ahora, la justicia intenta establecer si es o no inimputable.

Ahora, mientras permanece detenido en la seccional 1ª de Ituzaingó, se aguarda por su traslado a la Asesoría Pericial para realizar una profunda evaluación de su cuadro psíquico y determinar si comprendía o no la criminalidad de sus actos. La imputación en su contra es grave: está acusado de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Pero más allá de la cuestión jurídica, lo que desvela a los investigadores es saber qué pasó. Por lo pronto, el fiscal Patricio Ventricelli, de la UFI Descentralizada Nº 2 de Ituzaingó, ordenó que esta madrugada, no bien se entregó, le realizaran una extracción de sangre al atrincherado. Intenta determinar si actuó bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena. De la casa secuestraron dos plantas de marihuana.

Si ese resultado es positivo, entonces Acosta enfrentará una causa penal, y seguramente será exonerado de la fuerza, cosa que es destino inevitable: ocurre que, si no es eso y tuvo un brote psiquiátrico, entonces su causa pasará a un Tribunal de Familia, que podría recomendar un tratamiento en alguna institución mental. Eso también lo aleja de la fuerza.

En una breve descripción de los hechos, fuentes policiales y judiciales confirmaron a Primer Plano Online dos agentes de la Policía Federal que fueron a notificarlo de una sanción porque hacía dos días no se presentaba a trabajar notaron que, desde adentro de la casa, el sujeto “gritaba cosas sin sentido” y no respondía a los llamados. Miraron por la ventana hacia el interior de la finca y, desde adentro, Acosta los amenazó con su arma.

Los federales pidieron apoyo a la Policía Bonaerense con asiento en Ituzaingó, que envió un móvil al lugar. Los dos uniformados, al arribar, notaron que el atrincherado estaba con el torso desnudo en un pasillo expresando, con tono elevado, “soy el elegido de Dios”. Se abalanzaron sobre él, que se escapó y entró a la casa. Los bonaerenses corrieron detrás suyo y allí el atrincherado comenzó con los disparos.

Al subteniente Brian Paz le pegó un tiro en el abdomen, que fue amortiguado por el chaleco antibalas. Al otro uniformado lo mantuvo encerrado en el baño por unos pocos segundos con su arma apuntándolo y diciéndole que lo iba a matar. “Tenés diez segundos para irte”, le espetó en un momento que abrió la puerta para que el policía se vaya.

A todo esto, el Grupo Halcón estaba en camino por la gravedad del hecho. “Soy el elegido de Dios”, seguía gritando Acosta, que también siguió disparando hacia afuera. Ya pasada la medianoche, y con todo un barrio en vilo, un negociador de la Policía Bonaerense llegó al lugar y entabló un diálogo con el atrincherado, que minutos después de la 1 de hoy se entregó. Ahora, resta saber si este hombre estaba o no en sus cabales para conocer qué será de su futuro.

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