Una mujer encontró en la calle 23.000 pesos que estaban destinados a pagar la operación de un niño y logró devolverlos a su propietaria. Fernanda Roldán, vecina del barrio porteño de Liniers desde hace algunos meses ya que es oriunda de San Andrés de Giles, anunció el hallazgo del dinero a través de las redes sociales, en un posteo que se viralizó rápidamente y gracias al cual pudo dar con la dueña, no antes sin pasar por una gran cantidad de sinsabores, como gente que se quiso hacer pasar por la propietaria de ese monto.
La mujer encontró una bolsa con billetes en Cosquín entre Rivadavia y Ramón Falcón, junto a unos documentos que daban cuenta de un «subsidio dado por el Municipio de Morón» orientado a abonar la intervención del menor, que tiene fecha para el próximo 7 de enero. “Lo encontré en Cosquín entre Avenida Rivadavia y Falcón”, detalló Fernanda Roldán en una publicación de Facebook en la que incluyó una foto del dinero y aclaró que sólo lo devolvería al titular de la extracción bancaria.
“Por los papeles médicos, es de un subsidio dado por el municipio de Morón para la operación de un menor a realizarse el 7 de enero de 2019”, agregó, y sostuvo: “No me interesan los likes, como muchos dijeron, ante todo tengo una hija y sobrinos, no me gustaría estar en el lugar de esa mamá”.
Según pudo reconstruirse a través de los posteos en las redes sociales, la mujer perdió el efectivo y un celular luego de que su hijo se descompensara en plena calle. “En la desesperación de que llegara la ambulancia perdió sus cosas”, explicó una allegada a Fernanda que colaboró en la búsqueda.
En una publicación posterior, Roldán mostró cómo otra mujer se comunicó con ella simulando ser la dueña de los 23.000 pesos. «¿Cuánto perdiste? ¿En dónde?», fueron las dos preguntas que le bastaron para saber que se trataba de un engaño. «Soy de Chascomús, $20.000», respondieron del otro lado. El intercambio no terminó ahí: la usuaria amenazó con denunciar a Roldán, quien, una vez concluida la búsqueda, compartió las capturas de pantalla de aquella conversación. «Gente de mierda», reflexionó.