Tras la convocatoria que realizó ayer la CGT a un paro nacional para la segunda quincena de marzo, los gremios industriales –que son los más afectados por la recesión y la apertura de importaciones- celebraron que el movimiento obrero se ponga de pie y se haga cargo de los reclamos de las bases. Particularmente los metalúrgicos (UOM) conforman uno de los sectores más golpeados en los últimos meses por despidos y suspensiones, sumados a la inminente apertura de importaciones de computadoras. Ya se habían diferenciado de la conducción cegetista por su anticipada presión por el llamado a un paro y habían convocado para el 14 a una marcha con otros sindicatos industriales, que se mantendrá.
Por eso, Primero Plano On Line entrevistó a Sergio Souto, secretario general de la UOM seccional Morón, para conocer cómo tomaron la decisión de una medida de fuerza para el mes que viene y para conocer cuál es la realidad que atraviesa la región en materia de empleo. “La industria más damnificada es el sector textil. La liberación de importaciones los ha perjudicado notablemente. Y, en el caso de la UOM, lo mismo”, graficó el sindicalista, quien también apuntó sus quejas a la paralización de la obra pública y acusó, sin tapujos, al Gobierno Nacional de llevar a cabo “un plan sistemático de debilitamiento del movimiento obrero”.
-¿Cuál es su reflexión de la convocatoria al paro que anunció ayer la CGT?
-Desde la UOM es un tema que debatimos en el Consejo Directivo el martes pasado, y planteamos la difícil situación que está pasando el sector metalúrgico y la industria en general. Todos los gremios industriales iban a plantear retomar el plan de lucha a partir de que el Gobierno Nacional no cumplió ninguno de los acuerdos que pactó con la CGT, y los empresarios tampoco. Bienvenido sea que la CGT unificada tome una posición fuerte, porque ya no es más tiempo de mantener un equilibrio en virtud de la gobernabilidad porque la gobernabilidad es una responsabilidad del Gobierno. Nosotros tenemos la responsabilidad de defender los intereses de los trabajadores y, en virtud de eso, si el Gobierno constantemente aplica medidas que van en contra de los que menos tienen, el movimiento obrero unificado debe tener una posición fuerte.
-¿La UOM es el gremio más afectado en todo el país en cuanto a despidos y suspensiones? ¿Qué situación viven en la región oeste?
-La industria más damnificada es el sector textil. La liberación de importaciones los ha perjudicado notablemente. Y, en el caso de la UOM, lo mismo. A la caída del consumo le sumamos la libre importación, y si sumamos además los pequeños talleres, con el costo que tiene hoy la energía, estamos aún más complicados todavía. El sector metalúrgico ha perdido ya muchos empleos, y hay riesgo de seguir perdiendo, como por ejemplo con la parte electrónica, donde el Gobierno ha quitado los aranceles a los productos de importación, por lo tanto hoy nos estarían quedando en la calle 300 compañeros de la empresa Banghó (en Vicente López). Es uno de los más perjudicados.
-¿En la región oeste tienen información de alguna empresa que esté al borde del cierre o próxima a producir despidos?
-Sí, por supuesto. Venimos trabajando en los establecimientos para frenar los despidos. Hemos tenido una posición activa en ese sentido, tratando de encontrar medidas que permitan seguir para adelante. Pero hay una situación que los empresarios están esperando que esto se revierta a corto plazo. Si las medidas siguen siendo en contra del mercado interno, aumentando los costos para el sector empresario, y que los trabajadores cada vez tengan menor poder adquisitivo, se va a agravar aún más. Puntualmente, en Morón, estamos trabajando fuertemente con la pequeña y mediana empresa para poder sostener los puestos de trabajo. Pero con la preocupación de que no hay una perspectiva que sea buena para el futuro.
-¿Hay una decisión del Gobierno de cambiar las condiciones de empleo de muchos sectores a partir del ejemplo de los petroleros en Vaca Muerta?
-No tengo dudas que éste es un plan sistemático de debilitamiento del movimiento obrero, de debilitamiento del poder de los trabajadores, que está llevando adelante el Gobierno a través de sus políticas para generar un contexto y lograr lo que pretenden: bajar el costo laboral de la Argentina, flexibilizar las leyes laborales que tantas vidas de compañeros nos han costado, y las medidas tienen que ver con esa coherencia. Lo venimos advirtiendo. Si hablamos localmente, por eso ya hicimos tres marchas en Morón donde hay un Gobierno Municipal del PRO, para plantear claramente los problemas que estamos viviendo en el distrito, que son coherentes con los que se viven a nivel nacional. No tenemos dudas que este es un Gobierno donde están los grandes grupos económicos que siempre atentaron contra los que menos tienen. Y en ese sentido van. Quieren flexibilizar las leyes laborales, quieren bajar el costo laboral de la Argentina, y quieren hacer todos los negocios para sus amigos que les sea posible en el tiempo que gobiernen.
-Otra cuestión que afecta a la UOM es la obra pública. ¿Hay una revolución, como indica el Gobierno, está frenada la inversión en esa materia?
-Está completamente frenada la obra pública. Nosotros tenemos empresas relacionadas directamente con la obra pública, y no hay ninguna que esté en curso ni a nivel nacional ni a nivel provincial. Lo que hay es solamente discursivo, pero no se está ejecutando ninguna obra. Justamente ayer me preguntaban sobre la provincia de Buenos Aires, donde la gobernadora en algún momento caminaba bajo el agua cuando no tenía la responsabilidad de gobernar y ahora que tiene responsabilidades de gobernar sigue caminando pero en el agua de las playas del Caribe.
-¿Qué expectativa tiene en relación al paro convocado para marzo y la reacción que tenga la sociedad?
-Para mí, el pueblo argentino, la sociedad, los trabajadores, están esperando que, quienes tenemos la responsabilidad, asumamos fuertemente el compromiso de llevar sus reclamos adelante. Por ende, no tengo dudas que va a ser un paro nacional con el mayor acatamiento y que los trabajadores van a acompañar, porque además es lo que corresponde hacer en este momento, cuando todavía tenemos tiempos para plantear claramente y que el Gobierno Nacional modifique sus políticas. Y si así no lo hace, seguramente tendremos que seguir luchando porque no hay organizaciones sindicales y no hay trabajadores si no hay empleo, si no hay industria. Y del mismo modo todos los sectores. Podemos ver lo que ocurre en el sector comercial, gastronómico, acá en Morón con muchos locales cerrados que están nuevamente en alquiler. Esta es una realidad que nadie puede negar. No es discursiva ni hay marketing que pueda negar lo que está pasando. La gente la está pasando mal. Ahora los nuevos tarifazos empiezan a repercutir aún más y en todos los sectores. Esa es la realidad, y estoy muy contento de que los compañeros que encabezan la Confederación General del Trabajo hayan tomado esta decisión después de habernos escuchado plantear la realidad que se está viviendo en cada lugar.
