Daiana Maidana es vacunadora. Se capacitó como enfermera durante los tres años más difíciles de su vida: estudiaba entre las horas que le quedaban libres luego de acompañar a su hija Milagros, diagnosticada en 2019 un tumor cerebral conocido como meduloblastoma.
La pequeña titanesa concluyó el bloque de doce quimioterapias para superar ese cáncer infantil y lo celebró a lo grande. “Fue algo que se hizo internacional, increíble lo que pasó. Ella está curada, gracias a Dios, pese a que le había reaparecido la enfermedad de manera mucho más invasiva, no sólo en la parte frontal sino también occipital”, contó la mamá de la guerrera en conversación con Primer Plano Online.
El tratamiento de la nena fue en el hospital Posadas, en donde también recibió la última sesión. Después de eso recorrió el Acceso Oeste con carteles a bordo de un Ford K con los que le contaba al mundo lo que había logrado. Primero recibió radioterapia, pero cuando el tumor se manifestó nuevamente, con mayor agresividad, los médicos tuvieron que cambiar la estrategia y avanzar con radiocirugía, que es el doble de radiación.
“La verdad que es impresionante lo que pudo superar. Además, doce meses cada quince días que quimioterapia”, se sinceró su mamá, visiblemente admiradora de la batalla que emprendió su hija. Quizá por eso eriza la piel verla bailar en ese compendio de videos que Primer Plano Online comparte con sus lectores: fueron en la puerta de su casa del barrio San Luis, de José C. Paz, con murga incluida.
“Sin el apoyo incondicional de la familia nada de esto hubiera sido posible”, agregó Daiana. Y nombra a su hermana Daniela, a su papá Hugo y a su mamá Graciela, el núcleo íntimo que rodea de amor y contención a ‘Mili’, hija única y la más mimada de la tropa, que ahora empieza una etapa de controles periódicos y una etapa de desintoxicación de su organismo.
“Estuvimos en vela hasta un mes antes de su última quimio porque había salido un rulito en la resonancia que estaba dudoso. Pero la médica que vio el estudio dijo que era insignificante. Y por eso decidimos poner todo en manos de Dios y sabíamos que era tiempo de celebrar como ella lo merece”, reveló Daiana. Ver a la nena bailar y disparar fuegos de artificio al aire es de lo más emocionante que regalará el año.
Milagros está escolarizada y espera volver el lunes a ver a sus compañeros y compañeras, maestras y directivas, que esperan por darle la bienvenida tras el receso invernal. La viralización de los videos, haber superado la enfermedad y dar semejante testimonio de vida no son poca cosa. Y vaya si vale la pena celebrarlo.