Hace una semana, más concretamente el sábado 3 de septiembre, explotó un biodigestor en la sede del INTA Castelar, ubicada en Ituzaingó, que provocó graves heridas a dos trabajadores del lugar. Uno de ellos, Diego Soraire, finalmente falleció antes de ayer a causa del accidente tras estar varios días internado. Osvaldo Zabal –del Instituto de Virología–, quien también sufrió quemaduras en el siniestro y se encuentra internado, aunque fuera de peligro.
La información brindada por el diario La Ciudad da cuenta de que Soraire se desempeñaba como personal auxiliar de ingeniería de planta del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Se inició en el INTA en 2007 y, por su compromiso y responsabilidad, tres años después ingresó a la planta permanente.
Recién el viernes, el INTA emitió un comunicado al respecto: “Las autoridades del INTA informaron el deceso de Diego Soraire, del Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas, quien había sufrido graves quemaduras el sábado pasado, mientras realizaba tareas en un biodigestor en las instalaciones del Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias (CNIA) de Castelar”.
El biodigestor es de los años 70 y se utilizaba para el tratamiento de animales para pruebas de vacunas, que se desarrollan para luego ser comercializadas por laboratorios. En este caso se trataba de un proceso probatorio de vacunas de Biogénesis Bagó.
El agravante de esta situación es que ya hace unos años otro digestor se cobró la vida de un trabajador, motivo por el cual la Junta Interna viene reclamando por las condiciones de seguridad con que se desarrollan determinadas tareas, y exigiéndole al instituto la modernización de maquinaria. Además de los digestores, en esta situación se encuentran gran cantidad de calderas y auto claves, entre otras máquinas y herramientas.
La falta de presupuesto para la renovación y modernización muestra otra cara del ajuste. Actualmente son nulas las partidas destinadas a la seguridad e higiene para garantizar la vida de los trabajadores, que ven precarizada su situación laboral.
La asamblea realizada el viernes votó una movilización el martes 13 de septiembre, para exigir el esclarecimiento de lo sucedido, que se deje de tapar el hecho y que los responsables se hagan cargo. Con este fin, se marchará en primer lugar a INTA Castelar y luego a INTA Central.