En tiempos de pandemia la actividad de los deliverys también es esencial, sobre todo para garantizar que, quienes no pueden salir de casa, cuenten con aquello indispensable para cubrir sus necesidades. Además, para sostener el ritmo de la economía de los rubros habilitados para el trabajo y la producción.
Sin embargo, pocas veces trasciende lo que sucede con esos ciclistas y motociclistas, expuestos a la intemperie, al frío, al calor, a la lluvia, al día o a la noche, cuya misión esencial es conseguir que lo que alguien encargó llegue a destino en tiempo y forma.
Pues bien: un trabajador de reparto de tan sólo 20 años fue víctima en el más triste anonimato de perder su vida. Se trata de Franco Almada, repartidor de la plataforma PedidosYa, quien murió arrollado por un auto cuando se dirigía a entregar un encargo. Circulaba con su moto por Avenida San Martín y 25 de Mayo, en Bernal, y salió despedido de la moto. Murió en el acto.
Desde la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASiMM) expresaron su “profundo dolor e indignación” por el hecho. Y reiteraron su reclamo por condiciones de empleo “dignas y seguras”, dado que están siendo sometidos a “un Cromañón en cámara lenta”.
“Desde nuestro sindicato hemos denunciado que la mal llamada ‘economía colaborativa’ se basa en la precarización del trabajo, que trae consecuencias trágicas en la vida de cada repartidor”, expresó el secretario adjunto de la organización sindical, Maximiliano Arranz.
En el texto, los repartidores enfatizaron que padecen “desde una existencia miserable hasta el riesgo de perder la propia vida por no estar en las condiciones plenas para conducir que requiere un tráfico tan complejo y peligroso como el del área metropolitana”, con “ingresos de indigencia, sin ninguna clase de cobertura social ni los elementos de seguridad sanitaria que marca el protocolo del Covid-19”. “Eso es como jugar a la ruleta rusa”, concluyeron.