El policía que mató a tiros a dos ladrones en Rafael Castillo para defenderse de un robo -intentaron llevarse su moto- tuvo que abandonar su casa y mudarse después de que lo atacara un grupo de encapuchados. Tuvieron que montar una custodia en la cuadra para evitar nuevos incidentes.
El agente de la Federal tiene 22 años y decidió dejar su casa de Rafael Castillo, en La Matanza, por razones de seguridad. Es que el viernes un grupo de personas que regresaba del entierro de los asaltantes fallecidos atacó su vivienda y prendió fuego una moto en la mitad de la calle para amenazarlo.
Los dos ladrones fueron identificados como Juan Sebastián Ferreyra (22) y Ariel Villarroel (18) y viven a seis cuadras de la casa del policía. El oficial cumplía funciones en la Escuela de Cadetes «Comisario General Juan Ángel Pirker» y el miércoles de la semana pasada, mientras estaba de franco y vestido de civil, dos ladrones quisieron robarle la moto.
Fue en el cruce de las calles Nicolás Dávila y Santa Rosa, en el partido de La Matanza. En la puerta de su casa le cruzaron una moto Motomel blanca. Según su testimonio, al menos uno de los ladrones estaba armado y lo amenazó. Él llegó a identificarse como policía y a dar la voz de alto, lo que derivó en un forcejeo y disparos.
En paralelo, fuentes judiciales confirmaron al diario Clarín que el policía, por el momento, no está imputado en la causa. Y que testigos habrían visto que una persona le sacó el revolver a uno de los asaltantes heridos, mientras estaba tendido en el piso, y se lo llevó.
«Según los primeros informes de la autopsia los disparos fueron de frente a los asaltantes, es decir que no les dispararon mientras huían y eso coincide con la versión del policía. Los casquillos que se encontraron en la escena son todos del agente, los ladrones no llegaron a tirar. Pero hay testigos que habrían visto el arma», aclararon los investigadores. La investigación quedó en manos de la fiscalía especializada en homicidios de La Matanza, a cargo de Juan Pablo Tathagian.