Una mujer policía perteneciente a la División Prevención Intensiva (DPI) de Ituzaingó de la Unidad Táctica de Operaciones Especiales (UTOI) mató a un motochorro que intentó asaltarla cuando llegaba a su casa de Merlo junto a su marido y el pequeño hijo del matrimonio, de apenas dos años.
El sangriento hecho sucedió, según describieron fuentes judiciales, sobre la calle Trelles, entre Montevideo y Washington, de la localidad de Mariano Acosta. La pareja de la oficial, que estaba vestida de civil, conducía una moto Gilera 110 cuando otro rodado de similares características se les puso a la par y el acompañante del conductor apuntó con intenciones de robo.
“Frená y dame la moto”, fue lo que le indicó el malviviente al marido de la mujer policía. Pese a la amenaza y un revólver apuntando hacia su familia el esposo de la agente no detuvo si marcha y el ladrón, según la descripción hecha por los investigadores, gatilló la pistola hacia él. Fue entonces que la uniformada “se identificó como tal, les dio la voz de alto a ambos y disparó contra los atacantes con su arma reglamentaria”, describió un vocero.
En esas circunstancias, el conductor de la moto en que viajaban los agresores cayó al asfalto sin soltar la moto y, a la llegada de los servicios de asistencia médicos ya estaba sin vida. En tanto su acompañante, de 17 años, quedó herido y fue reducido por vecinos de la cuadra: tenía un roce de bala en el codo izquierdo y golpes en distintas partes del cuerpo provocados por la detención ciudadana.
El delincuente fallecido fue identificado por fuentes judiciales como Hernán Eduardo González (24), quien según la autopsia presentaba un disparo en el tórax con orificio de entrada y de salida. La Policía incautó en el lugar un pistolón con cartucho calibre .16 sin marca, con su numeración suprimida, y cinco vainas servidas de ese calibre.
El joven detenido quedó a disposición de la fiscal Aldana Zingg, de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nº 2 de Morón, quien se encuentra internado y con custodia en el hospital Eva Perón de Merlo a raíz de la golpiza. El joven enfrenta cargos por robo agravado en grado de tentativa y portación ilegal de arma de fuego.
Las pericias quedaron a cargo de Gendarmería por estar involucrado personal policial y la justicia no adoptó ningún temperamento con la oficial por considerar que actuó en legítima defensa propia y de su familia.