Lucas Gastón Cubilla, el motochorro acusado de haberle disparado en la cabeza a la adolescente Sofía Liria para robarle el celular, se declaró culpable del hecho y confesó ante los jueces que había sido él quien cometió semejante ataque que dejó al borde de la muerte a la chica de 13 años en aquel entonces.
El sangriento ataque ocurrió el 6 de diciembre de 2017 y el imputado fue detenido un año después, en un procedimiento policial de rutina en La Matanza que terminó con un enfrentamiento armado. Llevaba en su poder una pistola 9 milímetros y tres de sus secuaces con los que había salido de raid delictivo se dieron a la fuga en un vehículo automotor robado.
Como informó Primer Plano Online, el juicio comenzó ayer pero también finalizó el mismo día, y no fue necesario convocar a los testigos ni desplegar las pruebas en su contra durante tres jornadas, como se había establecido previamente.
Es que luego de la apertura del debate, y con las primeras declaraciones de los efectivos policiales que intervinieron en el caso, el abogado defensor de Cubilla pidió un cuarto intermedio y, al retomar la audiencia, solicitó que el acusado pase a declarar ante los jueces. Y en ese momento confesó que fue el autor del disparo, pidió disculpas por lo que hizo, se mostró arrepentido y se terminó el juicio. “Me hago cargo, fui yo. Estoy arrepentido”, concluyó su exposición.

Es que ya no hacía falta recopilar y evidenciar toda la prueba reunida en su contra ni citar a los testigos que declaren, porque la mera expresión de culpabilidad aligeró el trámite. Le siguió luego el alegato de la fiscal Graciela Biasotti, quien argumentó un pedido de pena de 15 años de prisión efectiva por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego criminis causa en grado de tentativa, robo agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil, todos en concurso real entre sí.
Antes de finalizar el juicio, cuando los jueces invitaron a Cubilla a pronunciar sus últimas palabras, el sujeto expresó que ya había dicho todo pero que sólo le faltaba pedirle perdón a la familia. Fue el momento más tenso de la jornada, porque desde una de las sillas del recinto el papá de Sofía, Pablo Liria, gritó: “vos le tenés que pedir disculpas a mi hija por el sufrimiento que le causante”. Uno de los magistrados le alertó que no podía elevar la voz ni hablarle al acusado. Y todo concluyó cuando los integrantes del tribunal convocaron a las partes a la audiencia de cierre, que será el próximo lunes.
Mientras se vaciaba la sala, Sofía lloró. Quería verlo cara a cara e insultarlo a Cubilla, y debió ser contenida por sus familiares. Lo propio ocurrió con su mamá, que reaccionó mal ante el pedido de pena. Le pareció poco para el daño causado.