Sin un gran nivel futbolístico, es real, pero con la convicción de que ganar estos partidos es la diferencia entre pelear el torneo o no hacerlo, el Deportivo Morón se llevó tres puntos de oro de su visita a Munro. Derrotó 2 a 1 a Colegiales luego de ir perdiendo por un gol recibido en el arranque del complemento, donde llegaron todas las emociones. Si bien el Galló aún no se logró consolidar como un equipo confiable, al menos este partido pudo darlo vuelta con más temple que juego y la aparición de un valor que despierta muchas expectativas como es el juvenil Montero. Otta esta vez metió los cambios que la formación necesitaba y así consiguió revertir una historia que venía muy torcida.
Morón tuvo la iniciativa de arranque. Generó algunas situaciones de peligro con la buena sociedad que armaron Pardo y Akerman de la mano del Rengo Díaz. Pero nunca fue dominador del juego. Eran jugadas esporádicas, sobre todo antes de los 20 minutos. Pero todo se emparejó para abajo. El partido se hizo chato y ambos equipos se dedicaron más a destruir lo que proponía el rival que a edificar juego ofensivo propio. Sin ideas, esa primera mitad se diluyó en la intrascendencia.
Curiosa postura del Gallo en el complemento: salió a esperar el envión del local para intentar jugar de contra. Fue así que la solidez una vez más de Broggi terminó siendo factor clave para aguantar el resultado. Demasiado poco para una formación de la que se espera imponga condiciones de candidato.
A los 5 minutos de esa parte final, Toledo regaló un córner para el local tras un mal pase. Vino el centro al medio desde la esquina, nadie la pudo rechazar y la empujó Manuel López casi desde el área chica. Primer gol de Colegiales en el campeonato y justo frente al Gallo.
Casi al instante, Otta mandó a la cancha al juvenil Montero para pivotear pelotazos desde el fondo. Hasta el técnico entendió que con la pelota al pie ésta no era la tarde ideal de sus muchachos. La más clara de Morón fue a través de una pelota parada. Tiro libre provocado por ‘Pichín’ Pardo que ejecutó Emanuel Giménez y el arquero de Colegiales logró desviar contra el palo izquierdo.
No había fútbol, y el ‘Tricolor’ de contra estaba más cerca de liquidarlo que la visita de igualarlo. Pero nadie contaba con la astucia de Broggi, hoy devenido en lateral derecho. A los 29, el jugador que le acomodó las piezas defensivas al técnico dejó de lado el vértigo, se mandó una gran corrida por la derecha, metió un hermoso centro para la cabeza de Montero que cabeceó como mandan los manuales: parietal izquierdo de pique al suelo. Lindo gol de Morón para empatar el juego.
Pocos minutos después, a los 36, el otro juvenil que se ganó un lugar de privilegio entre los titulares, Pichín Pardo, provocó un amontonamiento por el sector derecho que la defensa local no logró rechazar. Tras un rebote apareció el Rengo Díaz que, luego de un enganche, metió un pase perfecto para Akerman que la empujó en soledad. Cuando nada lo hacía prever, el Gallo dio vuelta un partido que venía muy cuesta arriba. De ahí hasta el final, sin sufrir, Morón aguantó el resultado y se llevó su primera alegría fuera de casa en el torneo.
Ahora Morón logró prenderse en la pelea grande. Alcanzó los 10 puntos y quedó a dos del líder Atlanta. En la próxima fecha, recibe a Talleres el martes que viene a las 21 en el Francisco Urbano. Y la cosa empieza a entusiasmar a sus hinchas.
SÍNTESIS:
Colegiales: Gastón Brambatti; Julián Cano, Gabriel Colombatti, Nicolás Chietino, German Mendoza; Santiago Tossi, Federico Bruno, Brian Medina, Mauro Scatularo, Manuel López y Lionel Altamirano. DT: Marcelo Saralegui.
Morón: Milton Álvarez; Cristian Broggi, Facundo Racca, Emiliano Mayola y Nicolás Minici; Damián Toledo, Cristian Lillo, Emanuel Giménez; Rodrigo Díaz; Matías Pardo y Damián Akerman. DT: Walter Otta.
Cambios: 9’ ST Sebastián Montero por Toledo; 37’ ST Guzmán por Akerman y 43’ Gásperi por Díaz.
Árbitro: Leandro Rey Hilfer