“Mamá, me duele la panza”. El sábado 1 de agosto, en el horario de la cena, Guadalupe Godoy, de cuatro años, fue llevada a la clínica Agüero, de Morón, por un fuerte dolor abdominal. La atendió un médico de guardia que, según palabras del papá de la nena, Ariel, le preguntó a su esposa: “¿y por un dolor de panza la trae?”. El profesional la revisó y la mandó a casa con dieta blanda. “son gases”, le diagnosticó, y detectó que tenía un poco inflamada la zona.
La chiquita era completamente sana, con vacunas al día y ninguna patología previa. El domingo la nena estuvo bien, el lunes también, día en que sus padres tramitaron un turno con su pediatra de cabecera en la clínica Cruz Celeste, que se lo otorgaron para el jueves. Martes y miércoles la pequeña no manifestó malestar, e incluso participó por una plataforma digital de una clase con sus compañeritos de jardín. Sin embargo, cuando caía la tarde, empezó a sentir dolores nuevamente.
“La calmamos con té, se calmó y se quedó dormida. Pero al otro día se despertó le dolía mucho la panza. Fuimos a la clínica Cruz Celeste y nos dieron la derivación urgente a la clínica Agüero, que también me corresponde por la obra social de Papeleros. Tiene la panza dura y hay que hacer una ecografía ya”, contó el papá de Guadalupe.
Al llegar al centro asistencia de Morón, la niña fue directamente llevada a terapia intensiva pediátrica, acompañada de su mamá. Papá Ariel, mientras tanto, volvió a su casa a dejar al menor de la familia, de poco más de un año. Y regresó a las dos horas, ante un llamado desesperado de su esposa. “Vení que parece que la van a operar a Guada porque tiene peritonitis”, contó Ariel. Pero a la chiquita no la operaban, porque los médicos decían que estaban esperando que llegue el cirujano.
Siempre según el relato de Ariel, le informaron que en la ecografía no había salido nada, y que tenían que abrir para saber con qué se iban a encontrar. “Le pusieron un sedante y se brotó toda. Mi esposa les dijo que se había hecho en el momento con la medicación que le pusieron y un médico dijo que había sido por eso. Después directamente le pusieron respirador”, relató ese papá partido por el dolor.
Poco después de las 17 de ese día, un médico se acercó a informarles que Guadalupe había sufrido un preinfarto. “Está muy delicada”, les dijo a papá y a mamá. “Hagan algo”, pidió desesperado Ariel. Pero a los pocos minutos llegó la frase menos esperada. “Hicimos todo lo posible pero la nena no resistió. Se terminó”. No hubo que pronunciar más palabras para que el mundo se les venga encima.
Después de semejante situación, la familia decidió presentar una denuncia para que se investiguen los motivos de la causa. Pese a que inicialmente Ariel fue a una cochería a realizar el trámite para el retiro del cuerpo, ante la recomendación de amigos decidió no avanzar y directamente pedir que se esclarezcan los motivos de la muerte de la nena. La presentación fue hecha en la seccional 1ª de Morón y ya está en la justicia.
EL DESCARGO DE LA CLÍNICA
Consultadas por Primer Plano Online, las autoridades del Instituto Médico Agüero enviaron una detallada explicación sobre lo sucedido. Este medio, como es costumbre periodística, publica completa su versión para que sea el lector el que pueda sacar sus propias conclusiones.
Acerca del fallecimiento, acaecido el pasado 6 de agosto en nuestra clínica, de la pequeña paciente Guadalupe Godoy, el Instituto Médico Agüero informa que:
● Guadalupe, de 4 años de edad, se presentó junto a su mamá en la guardia de nuestra institución el día 01/08/2020 por presentar dolor abdominal tipo cólico, sin signos de defensa ni reacción peritoneal y con conservación de los ruidos hidroaéreos.
● Durante la consulta, se le indicó tratamiento sintomático y se le brindaron a la mamá pautas de alarma ante eventuales síntomas que, de presentarse, requerirían consulta inmediata.
● El día 06/08/2020 a las 11.23 horas, luego de haber consultado en la guardia de otro establecimiento asistencial, Guadalupe fue traída nuevamente a la Guardia de nuestra clínica manifestando reaparición del cuadro, con 12 hs de evolución.
● Nuestro equipo médico procedió inmediatamente a la internación de Guadalupe en la sala de pediatría y observó que Guadalupe se encontraba muy dolorida, pero estable desde el punto de vista hemodinámico, con pulsos adecuados y buena perfusión distal.
● En el servicio de pediatría, se le solicitó y le fue realizada, una Rx de abdomen y una ecografía abdominal, y se solicitó la evaluación por parte del área de cirugía infantil.
● Guadalupe estaba preparada para la cirugía cuando su estado general comenzó a desmejorar en forma abrupta, por lo que fue ingresada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) Pediátrica a las 14.55 hs.
● Allí se constató afectación respiratoria, hemodinámica y urinaria que no pudieron ser revertidas con el tratamiento administrado y evolucionó a un paro cardíaco, del cual pudo ser recuperada, y posteriormente a otro que le provocó el fallecimiento.
● Más allá de que toda la atención médica brindada a Guadalupe siguió lo establecido por los protocolos de la especialidad, desde el Instituto Médico Agüero, y en especial desde nuestro Equipo de Pediatría, compartimos y comprendemos la angustia y el dolor de su familia y la acompañamos en este difícil momento.