Fue una excusa para que los hinchas del Gallo pudieran ver a su equipo en vivo y en directo en el Francisco Urbano. La fiesta promocionada durante varios días previos y la confirmación de que el encuentro que se jugará el miércoles próximo ante Newell’s por Copa Argentina será a puertas cerradas sirvieron como prólogo para una tarde emotiva, donde una buena cantidad de público se acercó al estadio para alentar a sus futbolistas y cuerpo técnico y desear lo mejor de cara a la temporada 2016-2017 en la que esperan pelear por el ascenso al Nacional B.
En lo estrictamente deportivo, el partido entre Morón y Lanús terminó sin goles. Fueron dos tiempos parejos, donde lo más importante es que, si bien el campeón argentino no presentó su mejor versión, tampoco se notó que entre ambos equipos hay dos categorías de distancia. Allí radica lo saliente de este amistoso: en la convicción de que el Gallo puede, si juega un partido perfecto, seguir avanzando escalones en el torneo más federal del país.
Hubo interesantes presentaciones en el equipo de Walter Otta. Racca mostró solidez; Akerman su olfato de siempre y un despliegue físico envidiable para un jugador de 36 años; pero también buenas trepadas por el sector derecho de Juan Ferreira y algunas pinceladas del ‘Rengo’ Díaz. La dupla de ataque resultó complementaria y a la defensa el ‘Granate’ casi no la inquietó.
Para el complemento, entrenador local cambió todo el equipo. Atajó Angelotti, que seguramente será titular en el juego del miércoles; la defensa se paró con Broggi, Gásperi, Perales y Martínez; el medio formó con Guzmán, Lillo, Basualdo y Del Castillo; y en el ataque los jóvenes Matías Pardo y Javier Pérez.
