Un comparativo de votos entre las primarias de 2015 y las que se vivieron el domingo pasado puede servir para levantar el ánimo de los protagonistas o terminar de hundirlo. Depende cómo se lean, y siempre teniendo en cuenta que en el medio hubo cuatro años de gobierno de Mauricio Macri, una economía devastada y un país endeudado a cien años, la expectativa por lo que vaya a suceder en octubre está abierta.
Primer Plano Online comparó los resultados de 2015 entre las primarias de agosto y las generales de octubre con los actuales. Es una cuenta siempre relativa, primero porque en aquel entonces la oposición se dividía los votos y ahora está unificada en una propuesta electoral única, y segundo porque los candidatos eran otros, en aquel entonces Hernán Sabbatella y Martín Marinucci contra lo que se proponía como novedoso, que era Cambiemos con Ramiro Tagliaferro.
Además, porque en 2015 hubo ola amarilla y ahora ese movimiento se tiñó de azul, el color del Frente de Todos. Sólo para recordar datos concretos, hace cuatro años (9 de agosto de 2015), el candidato de Cambiemos era el más votado en las primarias con 59.772 votos. Hubo cuatro listas en total de esa alianza en Morón, que lograron juntar 63.247 sufragios (32,77%).
Sin embargo, como fuerza política, la estructura más votada fue el Frente para la Victoria, que presentó tres precandidatos en la primaria (el ganador fue Hernán Sabbatella) y llegó a cosechar 67.304 votos en total (entre las tres listas reunieron 34,88%).
La tercera fuerza en aquel 2015 fue el massismo bajo la denominación Unidos por una Nueva Argentina (UNA), con 34.115 votos (17,68%). A diferencia de hace cuatro años, ahora el Frente para la Victoria y el Frente Renovador conforman un mismo espacio.
En la elección general de 2015, Cambiemos trepó a 87.614 votos (42,54%), mientras que el Frente para la Victoria quedó en 66.485 sufragios (32,28%). Uno creció casi 10 puntos y la otra fuerza perdió votos en relación a las primarias. Unidos por una Nueva Argentina se quedó en 34.768 votos (16,88%) y terminó siendo el tercero en discordia, pero muy lejos de ganar.
Los números muestran que entre una elección (primaria) y la otra (general), Tagliaferro creció casi 10 puntos -elevado por el impacto de la irrupción de María Eugenia Vidal, que ganó la provincia- y la postulación de Hernán Sabbatella perdió votos. El tema es que la ola fue en favor de aquello que se presentaba como novedoso y desconocido, que era el macrismo, y ahora esa fuerza gobernó cuatro años el país, con las consecuencias que eso provocó.
Otro dato para observar es que, en comparación a la elección legislativa de 2017, donde se enfrentaron a nivel local Leandro Ugartemendía (cabeza de lista de Cambiemos) contra Hernán Sabbatella, la boleta macrista en Morón llegó a los 100.450 votos (47,35%). Si se compara ese número con el que cosechó el domingo pasado, que fueron 75.401 votos, Tagliaferro perdió algo más de 25 voluntades que hace dos años lo habían acompañado, casi el 10 por ciento del electorado.
