Lo prometido es deuda y Milo Lockett es un hombre de palabra. Como uno de los padrinos de la Escuela de Arte Shunko, había asegurado hace algún tiempo atrás que se haría el tiempo para pintar el frente de las instalaciones y hacer un trabajo conjunto con los chicos que estudian allí.
Shunko es una Escuela de Arte que brinda un espacio abierto a la comunidad con diferentes actividades artísticas y fue creada para sostener económicamente a la Casa CEIEC, un centro infanto-juvenil de atención gratuita en las especialidades de psicología y psicopedagogía, que trabaja a partir de un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Allí atienden a chicos derivados de escuelas estatales o por los Juzgados de Familia del Departamento Judicial de Morón diagnosticados con problemáticas tales como abuso de distinto tipo o diferentes patologías psicológicas.
En su paso por Villa Tesei, Lockett contó: “a mí me gusta mucho recorrer la geografía de Buenos Aires y acompañar al sistema educativo. Me parece que es la gran deuda interna que tenemos los argentinos, ya que si queremos crecer en este país tenemos que hacer una apuesta muy grande a la educación pública, gratuita y de calidad”. Con la humildad que lo caracteriza, se corrió del centro de la escena y aseguró que “acá vinimos a hacer una tarea colectiva y por eso hoy una escuela se suma a pintar con otra escuela. Creo que en un momento difícil como el actual está bueno que el artista done su obra y su tiempo, se acerque hasta el lugar para empezar a construir comunidad, porque cuando un trabajo es colectivo nos pertenece a todos”.

Los alumnos secundarios pintaron cada dibujo que el artista fue dibujando en el frente de la institución, acompañados y asistidos por sus colaboradores. Alternativamente, se iban acercando alumnos del jardín de infantes y chicos de los diferentes cursos de primaria y secundaria del Colegio Calasanz para ver cómo se desarrollaba la actividad creativa. Con mucha predisposición y buen humor Milo Lockett se tomó el tiempo para contarle a cada grupo qué era lo que estaban plasmando en las paredes de la escuela.
Por su parte, Marcelo López Birra, director de Shunko contó que Milo fue uno de los primeros padrinos de la institución a quien con el tiempo se fueron sumando el cantante Axel, el titular de Red Solidaria Juan Carr y los miembros del grupo Les Luthiers. “Para nosotros es un gran orgullo y un placer que un artista como Milo se tome un rato de su valioso tiempo para compartir su arte y su compromiso con nosotros”.
López Birra es director del Instituto Calasanz, es el representante local de Red Solidaria y lleva adelante la Fundación Casa CEIEC, dedicada a tratar problemáticas psicopedagógicas de los chicos que estudian en las escuelas estatales de la zona. Para potenciar esta tarea, inauguró la Escuela de Arte Shunko, destinada a ayudar a que la fundación puede sustentarse y ampliar su trabajo.