La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, se reunió con el papa Francisco en una audiencia privada el sábado pasado. La jefa de Estado provincial viajó el fin de semana a Roma para el encuentro con el Sumo Pontífice y regresó apenas terminó el cónclave, absolutamente privado y reservado.
En medio de los conflictos por la paritaria docente y con el comienzo de clases en vilo a raíz del paro anunciado para el 6 y 7 de marzo, Vidal tomó un avión a Italia para verse a solas en Santa Marta con Francisco. Se fue el viernes y volvió en un vuelo el domingo por la noche.
La reunión del Papa y la gobernadora se produjo horas después de la que tuvo Florencio Randazzo, ex ministro de Transporte de Cristina Fernández de Kirchner, que pasó por el Vaticano el viernes pasado bajo la misma modalidad: perfil bajo, sin fotos públicas y en estricto secreto.