“No hay motosierra que alcance para tapar el brutal ajuste simbólico que pretende imponer Javier Milei desde la Casa Rosada. Sus discursos no son lapsus ni exabruptos: son parte de una estrategia clara para deslegitimar décadas de lucha de los movimientos feminista y LGBTIQ+. Pero la respuesta está en la calle. La Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista se convierte en el grito de quienes no van a retroceder ni un paso”.
La concejal de Unión por la Patria en Tres de Febrero Jimena Bondaruk convocó a la comunidad a sumarse a la movilización, que promete ser multitudinaria, y que se llevará a cabo esta tarde de sábado 1 de febrero, desde las 16. El trayecto unirá el Congreso nacional con la Plaza de Mayo con el objetivo de rechazar abiertamente las ideas libertarias expresadas en el Foro Económico de Davos por el Presidente.

Allí, ante los ojos del mundo, el mandatario “equiparó la homosexualidad con la pedofilia, llamó al feminismo un cáncer y arremetió contra el lenguaje inclusivo y la educación con perspectiva de género”, afirmó la edil peronista. “Pero no nos confundamos: estas declaraciones no son solo palabras. Son la antesala de un intento sistemático por desmontar políticas públicas que garantizan derechos, desde la Ley de Identidad de Género, el cupo laboral travesti-trans, el aborto y la figura del femicidio”, enfatizó.
“No es casual que los ataques contra mujeres y disidencias aumenten cada vez que el presidente abre la boca. El fascismo moderno no llega con botas ni tanques. Llega con influencers misóginos, con trolls que piden la vuelta del patriarcado y con un presidente que dice que la brecha salarial de género es un invento. Llega disfrazado de ‘libertad’, pero su verdadera intención es disciplinar a quienes desafiamos el orden hegemónico”, agregó Bondaruk.
La jornada de esta tarde se expande más allá de Buenos Aires. Habrá movilizaciones en más de 100 localidades del país y en ciudades como Madrid, Berlín y Ciudad de México. “Porque lo que está en juego es más grande que un gobierno: es la posibilidad de seguir construyendo una sociedad más justa, más igualitaria, más libre de violencias”, cerró la concejal, quien además consideró que “nuestros derechos no son negociables”.
