Nacida y criada en Entre Ríos, Manuela Castañeira es precandidata a diputada nacional por nuevo Movimiento al Socialismo (MAS). Es socióloga, feminista y la única mujer de la Izquierda que encabeza una lista en la provincia de Buenos Aires. Parte de un objetivo: superar el 1,5 % de los votos (200.000 sufragios) en las primarias y luego competir en la elección general de noviembre.
Asegura que “me gastan porque dejé las s en mi provincia natal”. De todos modos, más allá de sus orígenes, se siente adoptada por la provincia de Buenos Aires. Es amante del fútbol y lo juega, a punto tal que es subcampeona del torneo interno de la Universidad Nacional de San Martín. Tampoco le escapa al mixto, y muchas veces mete pierna de más, total “después se toma la birra” para reparar cuentas de las rispideces del juego.
“Veo un conurbano que está picante, y el principal problema es la miseria salarial, que no te permite llegar a fin de mes, y la precarización laboral”, describe. “Una vez que cobrás te sobra mes”, reflexiona según lo que recopila de sus recorridas. Ahí radica una de sus propuestas: que el Salario Mínimo Vital y Móvil arranque en los 100 mil pesos y aumentar las retenciones al campo.
Manuela es la precandidata más joven de las cabeza de lista en la disputa rumbo a las primarias de septiembre. De recorrida por el centro comercial de Morón, y en diálogo con Primer Plano Online, asegura que no es una utopía su planteo en cuanto a los sueldos. “Más utopía es pensar que con esos salarios hay algún futuro posible”, enfatiza. “Los pibes no pueden pensar en irse de la casa de sus padres y arrancar su propio camino”, agrega.
La joven dirigente, que es socióloga y feminista, define como una “llorería” la campaña electoral, en donde las grandes empresas, por caso en el agro, se quejan de lo que pagan de impuestos cuando en realidad “tienen ganancias récord”. Y compara la batalla que se dio con la marea verde para que finalmente se apruebe la ley del aborto legal y seguro. “Eso que hicimos para conquistar un derecho histórico lo tenemos que traducir en una marea de trabajadores por un salario digno”, plantea.
“¿Por qué la Izquierda no habla de inseguridad?”, la consultó Primer Plano Online. “Nosotros hablamos de las causas de la inseguridad. A muchos les conviene hablar de los efectos, porque no están dispuestos a debatir por qué sucede. El problema que hay hoy es toda una generación de jóvenes abandonada. Hay una gran crisis social, y está visto que no se resuelve con mayor penalización ni doctrinas como la de Chocobar”, señala.
Y concluye con una crítica a su competidor Nicolás del Caño, quien le negó la posibilidad de un debate público. “Si no quiere debatir menos puede haber unidad. Nosotros nos proponemos renovar a la Izquierda con planteos, propuestas que marquen agenda y nuevas caras que tengan que ver con lo que pase en el país”.
