Una ley no modifica una costumbre. El pensamiento de múltiples juristas y analistas que interpelan las conductas ciudadanas otea con cierto pesimismo las batallas que se están librando desde diversos organismos y entidades de la sociedad civil por la norma que prohíbe la ingesta de alcohol al conducir.
Y casos como este le dan cierta razón. Pese a que en Tigre rige un decreto de tolerancia de cero de alcohol al volante y el proyecto está próximo a ser debatido en el Congreso Nacional, otro siniestro vial absurdo pone la lupa sobre el comportamiento de automovilistas que incumplen lo establecido sin importarles la vida ajena y, claro está, la propia.
Operadores del Centro de Monitoreo (COT) de ese distrito visualizaron el momento en el que ocurrió el vuelco de un vehículo sobre la avenida Liniers, en su cruce con la Ruta 197. El rodado en cuestión perdió el control luego de morder el cordón del boulevard e impactar contra una de las palmeras instaladas allí para embellecer el paisaje. Obvio resultado: el vuelco del auto.
Inmediatamente acudieron al lugar los móviles de seguridad, personal de Defensa Civil y de Tránsito, además de dos ambulancias del Sistema de Emergencias Tigre (SET). Los ocupantes del coche siniestrado “estaban en buenas condiciones de salud en general”, informaron desde el Municipio.
Una vez puestas a salvo las personas que ocupaban el rodado se le realizó el test de alcoholemia al conductor, y se constató que conducía con 0,63 g/l de alcohol en sangre, cuando en ese distrito, como se informó, la tolerancia es cero.