En su faceta más política, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, recibió éste mediodía a los precandidatos a concejales que competirán en municipios de la provincia de Buenos Aires en los que no gobierna Cambiemos para alentarlos en el tramo final de la campaña rumbo a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto.
Además del jefe de Estado, estuvieron en el cónclave el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, y el jefe de Gabinete de Ministros bonaerense, Federico Salvai. De la región oeste participaron Gabriel Pozzuto, quien encabeza la oferta electoral del Cambiemos en Ituzaingó, y Lucas Delfino, primer precandidato de una de las listas que competirá en la interna de Hurlingham de esa fuerza. El otro postulante amarillo en ese distrito, Ramón Fernández, no asistió a la reunión, dado que recibió a Jorge Macri, intendente de Vicente López, visitó la comuna para caminar las calles.
De entrada en el almuerzo hubo sopa fría con queso y de plato principal lomo con puré. El postre fue brownies con helado y café. La bebida fue gaseosa o agua mineral, según el gusto de los comensales. Ante semejante menú, fue notoria la ausencia del vino en la mesa. Otra perla de la comida: al llegar al lugar, cada uno de los invitados debió dejar, bajo una celosa custodia, los teléfonos celulares. Nadie pudo registrar lo que se habló allí.
Según pudo reconstruir Primer Plano On Line entre diversas fuentes que asistieron a la reunión, Macri les pidió a cada uno de los precandidatos que exponga cuál era la situación en los municipios en donde tenían la responsabilidad de representar a Cambiemos. A lo largo de casi una hora y media, los son tierra contaron la realidad de los distritos, su visión sobre el proceso electoral, el desarrollo de la etapa proselitista, qué visitas institucionales fueron recibiendo en este tiempo. En ese punto hubo un intercambio ameno y cordial con el Presidente, que les preguntaba cosas a medida que los postulantes iban expresando sus puntos de vista.
Los sin tierra, llamados así porque se postulan en municipios en los que tendrán un rol opositor con expectativas de acceder al poder en 2019, coincidieron en presentar una queja común: el apoderamiento de las obras públicas que llevan a cabo Nación y Provincia en los distritos. Cloacas, agua potable y seguridad fueron los aspectos primordiales que plantearon. “Los intendentes plotean todo y es difícil contrarrestar eso”, exclamaron casi al unísono. Macri contempló la escena y tomó nota.
Cuando le tocó hablar, Gabriel Pozzuto le indicó a Macri que uno de los temas que más lo preocupaba de cara a la recta final de la campaña es la falta de finalización del Hospital del Bicentenario en Ituzaingó. El jefe de Estado no le dio ninguna definición pero le prometió conversar con el interventor del PAMI, Sergio Cassinotti, para intentar agilizar los trámites. Pero no más que eso.