En un clima ameno y cordial, lejos de los intercambios diarios propios de la gestión política y el día a día de las necesidades de gobernar un territorio, el intendente de Morón, Lucas Ghi, se animó a hablar de un tema íntimo y personal como fue la muerte de su madre en medio de la pandemia de Covid-19.
Lo hizo durante una entrevista que le realizaron sus compañeros de Gabinete Municipal Diego Spina y Hernán Sabbatella anoche, durante el debut del programa ‘Me van a tener que disculpar’, que se emite por FM en Tránsito (93.9 del dial). “Todo proceso de agonía es muy doloroso, pero esta pandemia tenía un componente muy cruel que era la distancia, no poder estar ahí, de cuerpo presente acompañando a la persona que siempre estuvo. Te sentías en falta, una situación muy dura”, fue lo primero que expresó el mandatario sobre el drama que vivió.
“Lo más traumático fue no tener registro de lo que estaba pasando. Los informes diarios con los WhatsApp del jefe de la terapia eran día a día más fuleros, porque se fue complicando el cuadro. Y un día nos dijeron que la intubaron… La noche más, más difícil fue cuando el jefe de la terapia del San Juan de Dios, que se portó diez mil puntos, me llamó para ir a firmar el uso compasivo del plasma, que todavía no estaba aprobado y era sólo a título experimental”, siguió.
El envío de anoche marcó el regreso a un medio de comunicación del periodista Diego Spina, actual secretario de Gobierno municipal y precandidato a senador provincial del Frente de Todos. Junto a Hernán Sabbatella, jefe de Gabinete de la comunal, conforman una dupla que se sabe complementar. Prometen no hablar de política durante las dos horas que dura el programa. Esa química entre ambos, y la confianza y cercanía personal que el intendente tiene con “Diego y Hernán”, como los llama, las y los oyentes pudieron escuchar como pocas veces en público al jefe comunal.
“Cuando fui a firmar, el doctor Mestre me dijo ‘acercate acá’, y me llevó a la puerta de la terapia, donde había doble puerta y una ventanita chiquita, donde vos veías a la persona que más nos amó en la vida, en este caso a mi vieja. Yo no sé si voy a amar a alguien así en la vida, pero de lo que no tengo dudas es que nadie me va a amar a mí como ella lo hizo con nosotros”, reveló Ghi sobre la traumática internación que enfrentó su mamá.
Y relevó también el aspecto más duro que debieron atravesar quienes tuvieron seres amados afectados por el temible virus pandémico. “Había que transmitirle alguna sensación a diez metros, con la incertidumbre de saber si la iba a volver a ver. Ella ya no tenía registro, estaba sedada e intubada. Afortunadamente lo superó, pero al mes de haber negativizado el Covid, fruto de todo este proceso y de una patología que la venía persiguiendo hace muchos años la perdimos”, señaló.
Para finalizar, Ghi agradeció la posibilidad de haber despedido a su madre. “A diferencia de otros que perdieron familia en esta pandemia yo tuve la posibilidad de hacer una cosa muy acotadita, porque el protocolo así lo permitía, y junto con mi viejo y mis hermanos la pudimos despedir. Y, entre otras cosas, me sentí muy acompañado por mis compañeros y compañeras de gobierno. Eso fue muy reconfortante”, cerró.
