Se trata de dos trabajos que marcan la pauta sobre cómo intervenir frente a las lesiones provocadas en niños y niñas por secarropas, mucho más comunes y dañinas de lo que popularmente se piensa dado que pueden hasta provocar la amputación, y por cómo abordar fracturas de tibia en menores de entre 10 y 15 años.
Los médicos del Hospital Posadas siguen dando ejemplo de excelencia a nivel mundial. Es que, en base a esfuerzo, capacidad y mucho estudio de patologías comunes a todos los estratos sociales, son una referencia universal en el campo de la medicina que no deja de sorprender.
En este caso, Primer Plano Online cuenta los reconocimientos que acaba de obtener el equipo de Ortopedia y Traumatología Infantil del centro de salud ubicado en Morón. Fue en el Congreso Argentino de la especialidad, llevado a cabo en la Universidad Católica de Buenos Aires, en donde ocurrió que por primera vez en este tipo de convocatoria se le otorgan dos premios al mismo grupo de trabajo.
Francisco Praglia, un apasionado del sistema público de salud: «el que sale a la cancha a jugar todos los días es el médico»
El primero de los galardones fue para una presentación sobre lesiones en miembros superiores provocadas por secarropas, “algo mucho más común y cotidiano de lo que se cree”, según explicó a Primer Plano Online el doctor Francisco Praglia (Matrícula Nacional 120.157), especialista en cirugía ortopédica pediátrica.
Ese trabajo fue liderado y motorizado por profesionales del Posadas, pero se trató de una producción que se hizo junto a otros cuatro hospitales, que aportaron casuística: el Militar Central, el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, el Claudio Zin de Malvinas Argentinas, y el Federico Falcón de Pilar.
“Desde hace muchos años, a los médicos nos llegan a las guardias nenes y nenas que metieron el brazo en el Kohinoor. Es una patología específica, y todas tienen un patrón muy parecida de presentarse. Lo que nosotros hicimos fue revisar los casos que hubo en los últimos 15 años para diseñar una clasificación y el tratamiento que corresponde”, precisó Praglia.
El tipo de lesión que provoca este tipo de accidentes pueden llegar hasta la amputación del brazo, pasando por fractura de codo y antebrazo. Lo que los médicos del Posadas hicieron es clasificar lo que esa situación causa para dejar asentado en libros y publicaciones científicas cómo actuar para profesionales.
Un ejemplo de la lesión provocada por los secarropas, en este caso en un niño al que no llegó a amputarle el brazo
La idea original fue de Praglia, y lo hizo junto a sus colegas Marina Segura y Diego Iturria, ambos traumatólogos infantiles de la unidad sanitaria. En total recogieron la experiencia de 15 años, en los que recogieron un total de 79 casos abordados en hospitales públicos. Un dato importante sobre el que enfatizó el médico: en la mayoría de las personas que sufrieron esos accidentes, en general las secuelas que pudieron haber quedado se debieron a la mala intervención clínica en el origen del tratamiento.
Incluso puntualizó que hasta la amputación de un brazo tiene recomendación de reimplante. “Es fundamental que la población sepa que, si algún niño o niña padece una lesión así, lo primero que hay que hacer es inmovilizar la zona y salir corriendo a un hospital público, donde los médicos están preparados para abordarlas: el Posadas, el Ricardo Gutiérrez, el Garrahan o el Sor María Ludovica, de La Plata. Si el menor sufrió la amputación, urgente un torniquete, meter el miembro en hielo y llegar cuanto antes a estos nosocomios de referencia”, manifestó Praglia.
EL PREMIO POR FRACTURAS DE TIBIA
El otro reconocimiento que recibió la Unidad de Ortopedia y Traumatología Infantil del Posadas fue por una comprobación científica sobre fracturas de tibia en chicos y chicas de entre 10 y 15 años. Allí, lo que pudieron corroborar es que no hay nada mejor que el yeso, en detrimento de los clavos elásticos que se colocan en distintos centros sanitarios.
Históricamente se les ponía un yeso, pero hace unos años aparecían unos implantes que se popularizaron como milagrosos. Pero los traumatólogos del hospital de Morón compararon, durante ocho años, cuál fue la respuesta de los pacientes a los que les pusieron yeso y de aquellos a los que les colocaron los clavos.
“Llegamos a la conclusión que esos implantes no son mejores que el yeso, son mucho más caros y hay que someter a los pacientes a dos operaciones: una para colocarlos y otra para sacarlos. Las empresas que hacen estos implantes muy contentas no están con nosotros, pero nosotros tenemos que ser honestos y aseguramos que esos clavos son un gasto innecesario en salud pública”, destacó Praglia. Los resultados, en la comparación, terminaron siendo los mismos, y se evitan dos cirugías y dos internaciones.
“Lo que es importante remarcar es que se siguen haciendo cosas de excelencia en la salud pública. Y hay cuestiones que son personales, porque el Estado te puede pagar más plata, te puede poner más lindo el edificio, pero el que sale a la cancha a jugar todos los días es el médico, que si no tiene amor por lo que hace nada importa”, concluyó Praglia.
Desde Primer Plano Online felicitamos el trabajo de este grupo de profesionales que hacen del sanitarismo en favor de la población más vulnerable un culto.