Oscar Conde pidió licencia en su mandato como concejal en diciembre pasado y, como parte del acuerdo político con el Frente Renovador en Morón asumió una nueva función. Desde el 1 de febrero, con el organigrama de la administración local decidido por el intendente Lucas Ghi asumió como secretario de Tránsito y Transporte del Municipio.
En su nuevo rol concentra cuatro áreas que fueron jerarquizadas y que antes dos de ellas (Tránsito y Transporte) dependían de Seguridad Ciudadana y otras dos (Licencias y la Terminal de Ómnibus) de la Secretaría de Gobierno. “Asumimos una nueva función que involucra a todas esas dependencias y también el estacionamiento medido”, indicó el funcionario en una larga entrevista con Primer Plano Online.
A modo de carta de presentación Conde aseguró que tiene un desafío central por delante. “Vamos por un mayor control en las calles”, sintetizó a la hora de responder cuáles son los objetivos que persigue. Eso implica no sólo la libre circulación en horas pico sino también ampliar el radio y los horarios para la realización de las alcoholemias y la revisión de documentación obligatorias en las postas policiales durante todo el día.

Por increíble que parezca, sigue habiendo problemas con los plásticos para la entrega de registros de conducir. Morón logró implementar un sistema que permite que en poco más de una hora la persona interesada complete el trámite y de lleve en carné, pero ahora hay una dificultad que excede al Municipio.
“Recién estamos dando los que se renovaron en diciembre y algunos puntuales para gente que viaja al exterior o sale del país por vía terrestre. La Dirección de Vialidad Nacional no pudo resolver aún el tema de ese insumo. Mientras, se circula con el comprobante que entregamos”, reconoció el secretario. Es decir, por falta de plástico no se pueden confeccionar y entregar esos documentos indispensables para manejar.
FOTOSMULTAS Y MALOS HÁBITOS
Una queja recurrente en redes sociales es el de las fotomultas, a la que vecinas y vecinos cuestionan por tratarse de un mecanismo netamente recaudatorio. Sin bien la bronca queda en el pago chico, desde el Municipio aclararon que el sistema depende del Gobierno provincial.
“Es una legislación provincial y son empresas contratadas por la Provincia. De lo que recaudan, un 30% va para las arcas provinciales y un 70% se lo llevan las empresas”, describió Conde. De todos modos, no esquivó una reflexión al respecto: “entiendo las quejas, porque además los valores son altos, pero también hay que reconocer que son infracciones que se cometen. Muchas veces no se respetan las normas de tránsito y eso hay que modificarlo”, opinó.
Una de las tareas que lleva adelante el área de Tránsito en la comuna es el relevamiento y concientización para que no se estacione en doble fila, sobre todo en los horarios de salida e ingreso a las escuelas. “Transitar por San Martín, Belgrano o Buen Viaje, sobre todo al mediodía, conlleva una demora de 40 minutos. Estamos teniendo charlas con directivos de los colegios para poder corregir eso”, reveló Conde.

Desde su asunción, otro cúmulo de inquietudes que recibió pasa por la cantidad de vehículos que obstruyen las entradas y salidas de viviendas o la rampas para personas con discapacidad. Eso, claro está, más allá de una infracción, se trata de una falta de respeto al prójimo.
TRANSPORTE Y ESTACIONAMIENTO MEDIDO
Dos temas acaparan la acción en materia de transporte. Por un lado, intensificar el control del pesaje de los camiones que ingresan con carga al distrito. “Muchas veces traen más peso del autorizado y eso rompe las calles”, explicó Conde. La otra está centrada en el funcionamiento de las dos líneas comunales, la 634 y la 635, que son sobre las que tiene injerencia el Gobierno local.
En lo que respecta a la fluidez del tráfico, una de las áreas más conflictivas en Morón sigue siendo Castelar, y particularmente el estacionamiento en doble fila sobre Carlos Casares, entre Arias y Timbúes. De la mano derecha hay paradas de colectivos de varias líneas y de la mano izquierda, pese a que existen carteles que lo prohíben, los automovilistas se frenan a lo largo de toda la cuadra. Por lo tanto, entre los colectivos parados y los autos estacionados, no pasa otro auto y se provoca una gran congestión.
“Cuando mandamos inspectores se limpia la zona y se respetan las normas, pero a las 24 horas la gente vuelve a estacionar. Es una cuestión de conciencia ciudadana y estamos trabajando para resolverlo”, subrayó Conde. Solemos ser, claro está, hijos del rigor a la hora del respeto por las normas.
De hecho, a partir de los reclamos recibidos en Primer Plano Online, el Municipio intimó a las escuelas de manejo a que dejen de apropiarse del espacio público. Lo mismo con un depósito de logística de una empresa que brinda servicios para Mercado Libre.
Para finalizar, Conde reveló una idea que tiene en mente desde que era concejal, pero que por el momento no piensan en implementar. “Además de Castelar, Morón centro y la zona de Tribunales, mi idea es ampliar a alguna zona céntrica de Haedo y El Palomar el estacionamiento medido. Igual, no estamos pensando en eso ahora porque la gente no la está pasando para nada bien. Es un sistema importante y que ayuda a ordenar el tránsito”, cerró.