Titi Albarracín, el caricaturista más reconocido en la historia de Morón, inaugura formalmente esta tarde de viernes una muestra con la que recorre más de 40 años de trabajo ininterrumpido dibujando a grandes personalidades de la cultura popular argentina y del mundo.
Desde las 18 de hoy, el Espacio Cultural y Comunitario Paracone, ubicado en avenida Rawson y Constituyentes, de Morón norte, abre sus puertas para recibir a quienes quieran visitar sus obras, que atravesaron a generaciones. La exposición estará disponible hasta el próximo 2 de julio, de lunes a viernes entre las 9 y las 19, con una particularidad: todos los miércoles el artista estará presente dando clases y listo para conversar con cada persona que se acerque a conocer su talento.
“Hace un año estaba en terapia intensiva por un problema serio de salud. Y ahora estoy inaugurando esta muestra. Es un verdadero honor para mí, es un regalo de la vida”, reveló Albarracín en conversación con Primer Plano Online. Vecino de Morón de siempre, acaba de cumplir 60 años y es papá de Leila (32), Almendra (29) y Teo (21). “Están en sus cosas y siguen otro camino, pese a que dibujan muy bien”, contó el artesano del lápiz.
La enfermedad que lo marcó
Titi Albarracín arrancó formalmente su oficio laboral el 16 de mayo de 1985 en la revista Canta Rock, un medio de comunicación nacido con el regreso de la democracia a la Argentina tras la última dictadura militar. Su primer dibujo fue sobre el cantante cubano Silvio Rodríguez y ya no paró más. Ahora enseña dibujo artístico y caricatura en el Espacio Paracone, al que define como “un lugar asombroso”.
“Encontré unos cuadernos que guardaba mi madre y ya a los 10 años yo dibujaba a los jugadores con las figuritas del momento. Mis cuadernos del colegio se habían convertido en cuadernos de dibujos”, rememoró sobre lo que podría definirse como sus inicios. Si bien aquello era claramente algo genético, luego se convirtió en su modo de vida.
Albarracín sufrió el año pasado una enfermedad de la que aún tiene secuelas en su organismo. El síndrome de Guillén Barré, que dejó paralizadas sus piernas y manos. Fue su hermana la que se dio cuenta que algo grave le estaba pasando y lo llevó de urgencia al hospital Posadas, donde luego de confirmar el diagnóstico le cambiaron todo el plasma de la sangre.
“Uno de los médicos de ahí me hacía un chiste, porque supo quién era yo: ‘ahora sos como Mick Jagger o Keith Richards (cantante y guitarrista de los Rolling Stones), porque te cambiaron toda la sangre, sólo falta que empieces a correr’”, rememoró con una sonrisa. Las consecuencias de esa patología aún lo persiguen: camina con bastón y a una velocidad distinta. Pero no por eso deja de ser agradecido con el equipo médico: “ellos saber que les debo la vida”, se sinceró, mientras elabora en su mente un homenaje a modo retribución.
Artistas que marcaron la música nacional
Gustavo Ceratti, Papo, Charly García, León Gieco, Luca Prodan, Indio Solari son algunos de los nombres que pudo caricaturizar y que le valieron múltiples elogios. Mujeres como Patricia Sosa, Celeste Carballo, Mavi Díaz, María Gabriela Epumer y Sandra Mihanovich también pasaron por su lápiz.
“Con Canta Rock tuve la posibilidad de conocer músicos y la cultura rockera, que era en realidad contracultura en aquellos años. Había entonces una gran expectativa con la democracia y eso nos atravesaba a todos”, expresó al evocar la década del 80.

Y la contracara con lo que se vive en la actualidad, según su óptica. “Hoy estamos celebrando más de 40 años de democracia y siento todo que lo que nos toca vivir ahora es un reaprendizaje como sociedad. Estoy sorprendido, porque el desafío es haber superado la dictadura y me siento en una posdictadura de una pseudodemocracia. Es muy misterioso”, enfatizó de manera crítica al Gobierno de Javier Milei.
Más allá de la ciencia y de su talento, a Titi Albarracín le permitieron ser quien es “la música, la cultura, la poesía y la libertad de expresión”, algo que analiza como amenazada en estos tiempos. Por eso afirma que seguirá adelante con las armas que la vida de otorgó: dibujar y divulgar cultura.